Habitantes de la ciudad rusa de Orsk se manifiestan por la gestión de las inundaciones
Habitantes de la ciudad rusa de Orsk, parcialmente sumergida por las aguas, protestaron el lunes contra la gestión de las autoridades de las históricas inundaciones que asolan las regiones de los Urales y de Siberia occidental.
El rápido deshielo y las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento de los ríos Ural y Tobol, cerca de la frontera rusa con Kazajistán, y las autoridades advirtieron de que las aguas subirán peligrosamente en las próximas 48 horas.
Decenas de personas se manifestaron en Orsk, una ciudad de 220.000 habitantes que quedó inundada el fin de semana tras la rotura de una presa, en una rara muestra de disidencia en Rusia.
Videos difundidos en redes sociales mostraron a personas gritando "¡Vergüenza! ¡Vergüenza! ¡Vergüenza!" y "¡Putin, ayuda!", en referencia al presidente del país.
El mandatario ruso no tiene previsto visitar las zonas inundadas, según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Las manifestaciones públicas en contra del gobierno son ilegales en Rusia y son duramente reprimidas.
La oficina del fiscal de Oremburgo, donde se sitúa Orsk, advirtió el lunes a sus residentes de que podían ser detenidos si participaban en concentraciones "no autorizadas".
El gobierno regional aseguró el fin de semana que pagaría hasta 100.000 rublos (1.100 dólares) por persona por los enseres domésticos "completamente destruidos" en las inundaciones.
El gobernador de Oremburgo, por su parte, declaró el lunes que reembolsaría íntegramente el coste de los daños en las viviendas, informó la agencia estatal de noticias RIA Novosti.
- Situación "crítica" -
En Orsk, la ciudad más afectada por las inundaciones hasta ahora, 99 personas resultaron heridas y nueve fueron trasladadas al hospital, según autoridades sanitarias citadas por medios estatales.
Otras ciudades, incluido la capital regional homónima de Oremburgo, con 550.000 habitantes, se preparan para una subida del nivel del agua en los próximos días.
Las autoridades de las regiones fronterizas de Kurgán y Tiumén decretaron el lunes el estado de emergencia.
"Las previsiones de inundación se empeoran rápidamente, con una llegada de agua cada vez más rápida", alertó el representante de la región de Kurgán, Vadim Shumkov, llamando a evacuar la zona.
Según las autoridades locales, el nivel del río bajó el lunes de nueve centímetros en Orsk, pero subió de 16 centímetros en Oremburgo.
El Kremlin calificó la situación de "crítica" y afirmó que probablemente "empeoraría".
"La naturaleza ha causado muchos inconvenientes. Pero los residentes locales lo están manejando estoicamente, al igual que las autoridades locales", declaró el portavoz del Kremlin antes de las protestas en Orsk.
Miles de personas han sido evacuadas de las zonas inundadas. El Ministerio de Situaciones de Emergencias indicó el lunes que más de 10.000 edificios residenciales quedaron inundados en las regiones rusas de los Urales, el Volga y Siberia occidental.
- Sin precedentes -
La agencia meteorológica oficial rusa, Rosgidromet, anunció un pico en las inundaciones en Oremburgo y sus alrededores el miércoles.
El alcalde de esa ciudad, Serguéi Salmin, indicó que la región no había experimentado inundaciones de tal magnitud desde hacía decenios.
"Hacía mucho que no se veía tanta agua en Oremburgo. La última inundación de este tipo data de 1942", subrayó el edil citado por los medios rusos.
Rusia se ve afectada regularmente por fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones o incendios forestales devastadores, a menudo acentuados por los efectos del cambio climático.
Putin, cuyo país es un enorme productor de hidrocarburos, no niega la realidad del cambio climático, pero expresa sus dudas de que sea el resultado de las actividades humanas.
No obstante, aseguró que la adaptación de Rusia y su infraestructura a los desafíos del calentamiento global era una prioridad.
S. Soerensen--BTZ