Crece la preocupación en Turkmenistán por la bajada del nivel en el mar Caspio
"Yo antes navegaba entre Turkmenbashi y Hazar", recuerda Batyr Yusupov, empleado de un crucero en Turkmenistán. El enlace marítimo es ahora imposible debido al alarmante descenso en el nivel del mar Caspio, el mar cerrado más grande del mundo.
"No podemos ir allí desde hace un año debido a la grave sedimentación del Caspio", explica a la AFP el marinero de 36 años.
Detrás de él, un retrato de Serdar Berdymujamedov, presidente de Turkmenistán, uno de los cinco países que bordean el Caspio, junto a Rusia, Kazajistán, Azerbaiyán e Irán
Pero la inmensa superficie de este mar situado entre Europa y Asia --371.000 kilómetros cuadrados, superior al territorio de Alemania-- se reduce cada año.
Se trata de un fenómeno aún poco estudiado cuyas razones están siendo analizadas por los científicos, que creen que las variaciones naturales son agravadas por el cambio climático.
En la ciudad turkmena de Hazar, el mar se alejó 800 metros de la costa, y en alta mar una isla emergió del agua, según imágenes satelitales.
Así que ahora, el marinero Batyr lleva a sus pasajeros a la península de Gyzylsuv, donde la situación no es mucho mejor, con decenas de barcos vetustos.
"Se está construyendo un nuevo embarcadero porque el antiguo ya no tiene suficiente profundidad", explica Aisha, de unos 40 años y residente de Gyzylsuv, en una casa sobre pilotes para protegerse del mar.
"Pero ahora, cuando hay tempestad, el agua ni siquiera llega a la casa", asegura.
- Fluctuaciones -
Según el científico turkmeno Nazar Muradov, "la variación del nivel del mar se explica por los movimientos tectónicos y fenómenos sísmicos que modifican el fondo marino". El Caspio ya había bajado en los años 1930 y 1980, antes de volver a subir, recuerda.
"Pero también hay razones climáticas: el nivel del mar depende del caudal de los ríos, cuyo nivel está bajando, así como la escasez de lluvia y la intensa evaporación", agrega Muradov.
Asia Central está en primera línea del cambio climático y sufre las consecuencias de la desecación del mar de Aral, uno de los desastres ambientales más graves del siglo XX.
En Turkmenbashi, mayor ciudad costera del país, el litoral también retrocede inexorablemente.
"El verano pasado, el agua me llegaba a los hombros, después a la cintura. Este año, me llegaba abajo de las rodillas", cuenta Liudmila Essenova, de 35 años, una asidua nadadora.
La desecación gradual del Caspio tiene consecuencias graves para la economía.
La acumulación de arena amenaza directamente a todas las infraestructuras del litoral caspio, en especial en Turkmenbashi, principal puerto de Asia Central, crucial para el comercio entre los continentes asiático y europeo.
- "Problema más urgente" -
La situación ha puesto en alerta a las autoridades de Turkmenistán.
"En 25 años, el mar Caspio se ha retirado casi dos metros. Esta cifra es alarmante", dijo en diciembre Rashid Meredov, ministro turkmeno de Relaciones Exteriores, quien llamó a los otros países costeros a colaborar "ante la magnitud del problema".
"La baja del nivel del mar Caspio es el problema más urgente al cual debemos prestar la mayor atención", insistió.
Por ahora, solo hay una cooperación incipiente entre los países costeros sobre el tema, tras años de diferencias por el control de las enormes reservas de hidrocarburos del mar.
"Nuestro objetivo común es garantizar la seguridad ambiental del mar Caspio, que con su ecosistema único, repercute en la naturaleza y la vida de los Estados ribereños", aseguró Kazajistán, pese a que el país depende de su industria de petróleo y gas en el Caspio.
Y la bajada en el nivel del agua, unido al aumento en su temperatura, pone en peligro la flora y fauna marinas, incluidas las focas.
Como muestra de la gravedad de la situación, el presidente kazajo, Kasym-Jomart Tokáyev, aseguró haber tomado el declive en la población de focas "bajo su control personal", y anunció la creación de un Instituto de Investigación para el Estudio del Caspio.
D. Fjodorow--BTZ