Buscan diversificar suministro chino de metales críticos para transición energética
Representantes de 47 países consumidores y productores de "metales críticos" -cobre, cobalto, litio, níquel, entre otros- empezaron a organizarse este jueves en una cumbre en París para no depender exclusivamente de China, que domina el refinado y suministro de esas materias primas clave para la transición energética.
Auspiciada por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) la cumbre constituye el primer paso para crear una "diplomacia de los metales", esencial para reducir las emisiones de los combustibles fósiles en la lucha contra el cambio climático.
China y Rusia, dos actores clave en estas industrias, calificadas por algunos expertos como el nuevo oro negro, no participan en la cumbre.
En la declaración de intenciones firmada tras la reunión, los países participantes manifestaron el deseo de "asegurar una transición energética rápida y segura" a través de seis ejes.
Entre los objetivos mencionados figuran la "aceleración" de la diversificación de las fuentes de suministro, "liberar" el reciclaje y las tecnologías que permiten aliviar las tensiones entre la oferta y la demanda, promover la transparencia, crear "incitaciones" para una producción "sostenible y responsable" y reforzar la colaboración internacional.
El director general de la AIE, Fatih Birol, advirtió contra los "riesgos" que implica la excesiva concentración de estos metales.
En una entrevista reciente con AFP, recordó que "el refinado de metales está muy concentrado en China".
El gigante asiático garantiza "cerca del 70% de la producción de tierras raras", señalan Emmanuel Hache, investigador especialista en materias primas, y Benjamin Louvet, gestor de activos, en su reciente obra "Metales, el nuevo oro negro".
- Armonizar las reglas -
"Sólo en el segmento de las baterías, China refina alrededor del 67% del cobalto, el 62% del litio, el 60% del manganeso y el 32% del níquel" mundial, explican.
En el caso del cobalto, China produce un 1% del mineral, pero se encarga de más de dos tercios del refinado. Lo mismo ocurre con el cobre, de la que solo produce el 8% pero refina el 41%.
De su lado, Rusia contribuyó en un 37% de la producción mundial de paladio en 2021, de un 13% del titanio, del 10% del platino, del 9% del níquel y del 5% del aluminio.
Ante esta hegemonía y con el recuerdo de la ruptura de las cadenas de suministro mundiales durante la crisis del covid-19, los participantes a la cumbre trataron de imaginar cómo diversificar sus fuentes de suministro.
La secretaria de Energía estadounidense, Jennifer M Granholm, pidió "creatividad" a los participantes, y preconizó más "transparencia en los mercados".
El comisario europeo de Industria, Thierry Breton, instó a su vez a no "reemplazar la dependencia a las energías fósiles por una dependencia a las materias primas".
Entre los presentes figuraban los responsables de los gigantes mineros australianos BHP y Rio Tinto o del grupo chileno Sociedad Química y Minera de Chile, pero también actores de peso del comercio de materias primas como Glencore y Trafigura.
El gigante australiano BHP pidió a los países adoptar "marcos fiscales estables, procesos de investigación y de autorización racionales y normas harmonizadas".
So pena de ahuyentar a los capitales y de "volver la transición energética más difícil y más costosa", advirtió su director general, Mike Henry.
También participaron en esta reunión cerrada en su mayor parte a la prensa el responsable del London Metal Exchange (el mayor mercado de metales del mundo), inversores, organizaciones internacionales, oenegés y científicos.
"Se necesitan más proyectos de aquí a 2030 para limitar el calentamiento climático por debajo de 1,5 ºC" respecto a la era preindustrial, señala la AIE en un reciente informe.
Según la AIE, sólo electrificar los transportes en el horizonte de 2040 multiplicará por 40 la demanda de litio a nivel mundial, por 20 la de cobalto y níquel y por tres la de cobre en los escenarios de descarbonización compatibles con el cumplimiento del acuerdo de París sobre el clima de 2015 para limitar el calentamiento global a +1,5 ºC.
D. Fjodorow--BTZ