La ONU teme una propagación de enfermedades en Libia tras las dramáticas inundaciones
Las agencias de la ONU luchan este lunes por prevenir la propagación de enfermedades en la ciudad libia de Derna, devastada por la inundación de hace una semana que dejó miles de muertos y desaparecidos.
La Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (Manul) explicó en un comunicado que equipos de nueve agencias de la ONU están sobre el terreno dando ayuda y apoyo a los damnificados por la tormenta Daniel y las súbitas inundaciones que golpearon Derna y otras localidades del este de Libia.
Las autoridades locales, las agencias de ayuda y el equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están preocupados "por el riesgo de propagación de enfermedades, en particular por el agua contaminada y la falta de higiene", dijo la misión de la ONU en un comunicado.
Por ello, la misión de la OMS "sigue trabajando para prevenir la propagación de enfermedades y evitar una segunda crisis devastadora en la región", añadió la misión.
La tormenta llegada del Mediterráneo golpeó Derna el domingo 10 de septiembre y provocó el colapso de dos represas situadas en el cauce del río, que según informes locales presentaban desde el año 1998 grietas que nunca fueron reparadas.
El volumen de agua fue comparado por testigos con un maremoto, y arrasó esta ciudad de 100.000 habitantes, dejando cerca de 3.300 muertos según el último balance oficial, aún provisional.
Organizaciones humanitarias internacionales y responsables locales avisaron de que el balance final podría ser mucho más elevado, debido a los miles de desaparecidos que los rescatistas libios y extranjeros siguen buscando este lunes.
La Media Luna Roja libia anunció haber puesto en marcha una plataforma de recuento de los desaparecidos, e invitó a la población a facilitar información de las personas en búsqueda.
- Puente temporal -
El domingo, rescatistas enviados por Emiratos Árabes Unidos se reunieron en el puerto de Derna con sus homólogos libios para coordinar los esfuerzos para sacar cadáveres del mar, según constató una periodista de AFP.
"Está prohibido tocar los cadáveres o abrir los coches debajo del agua", dijo el jefe del equipo emiratí a sus buzos.
Otros equipos de buzos enviados por Rusia y Turquía estaban trabajando en la misma zona.
Las tareas de rescate no se están viendo exentas de problemas. El domingo, cinco miembros de un equipo de rescate de Grecia murieron en un accidente de tráfico poco después de su llegada al este de Libia, según indicaron las autoridades griegas este lunes.
En la colisión también fallecieron tres miembros de una familia libia a bordo del otro coche, indicó el gobierno instalado en el este de Libia.
Cada día, decenas de cadáveres son extraídos de los escombros en los barrios devastados por la inundación, o bien son recuperados del mar y enterrados en un paisaje apocalíptico. Según los vecinos de Derna, la mayoría de víctimas se vieron sepultadas por el barro o arrastradas hasta el Mediterráneo.
La organización de las tareas de rescate se ha visto complicada por el caos político reinante desde la caída y muerte del dictador Muamar Gadafi en 2011. Actualmente Libia tiene dos gobiernos, uno en Trípoli, reconocido por la ONU, y otro en el este.
El gobierno de Trípoli envió ayudas y equipos de rescate a Derna, y anunció este lunes el inicio de unas obras para construir un "puente temporal" sobre el cauce que atraviesa Derna.
El agua sumergió una superficie de 6 km2 densamente poblados en Derna, lo que dañó 1.500 edificios. Un gran número de ellos, 891, se vieron "borrados del mapa", según estimaciones preliminares del gobierno de Trípoli basadas en imágenes satelitales tomadas antes y después del desastre.
H. Müller--BTZ