Una sentencia judicial en Alabama trastoca la vida de los pacientes de FIV
Luego de que el Tribunal Supremo de Alabama dictaminara que los embriones congelados son niños, las mujeres que se estaban sometiendo a tratamientos de fertilidad en este estado del sur de Estados Unidos vieron sus vidas sumergirse en la conmoción y la incertidumbre.
A una de ellas se le canceló la transferencia de embriones que tanto esperaba, mientras que otra no sabía cuándo podría recuperar sus óvulos congelados, o si podría hacerlo, según declararon a los medios de comunicación estadounidenses.
El Tribunal Supremo del estado dictaminó en febrero que los embriones creados por fecundación in vitro (FIV) deben tener los derechos de los niños.
La destrucción de embriones anormales o no viables -entre otras medidas comunes practicadas por las clínicas de fertilidad- podría, por consiguiente, exponer a las clínicas a demandas de responsabilidad civil.
Inmediatamente después de la sentencia, varias clínicas de Alabama anunciaron que suspendían sus programas, mientras que la cuestión se convirtió rápidamente en un foco de atención nacional.
"La vida humana no puede ser destruida injustamente sin incurrir en la ira de un Dios santo, que considera la destrucción de su imagen como una afrenta a sí mismo", dijo el presidente del Tribunal Supremo de Alabama, Tom Parker.
Tras ver una dura respuesta a los impactos de la decisión, incluyendo republicanos como Donald Trump, legisladores de Alabama se apresuraron a hallar una solución para que las clínicas reabriesen.
El legislativo aprobó a última hora el miércoles una ley de protección, que la gobernadora rápidamente firmó. No obstante, sigue la incertidumbre: expertos temen que la normativa no brinde suficiente protección por sus ambigüedades.
La saga de Alabama es el más reciente capítulo en el panorama legal estadounidense en cuanto a derechos reproductivos, tras el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos de 2022, que anuló el derecho constitucional al aborto.
Incluso entonces, especialistas expresaron su preocupación ante la posibilidad de que tratamientos de fertilidad pudieran verse afectados si estados conservadores se movilizaban para prohibir los abortos otorgando a los embriones y fetos derechos de persona.
- Limbo legal -
Meghan Cole, abogada de Alabama, padece un trastorno sanguíneo que la hace "incapaz de tener hijos", según declaró al programa Today Show de la NBC tras la decisión del estado.
"Mi esposo y yo queremos un niño desesperadamente", contó, al explicar que había usado la FIV y estaban planeando transferir un embrión a un vientre de alquiler que gestara el feto.
Pero pocos días después de la controvertida sentencia de Alabama, su clínica le comunicó que la transferencia había sido cancelada.
"Estuvimos todo el día reunidos con abogados. No podemos seguir adelante sabiendo que podríamos incurrir en algún tipo de responsabilidad o proceso penal si le ocurriera algo al embrión antes de su transferencia", recuerda que le dijo su médico.
Pese a sus súplicas, la clínica no procedió y ni siquiera le permitió transferir el embrión fuera del estado.
Anistie Held, que vive más lejos en Virginia, se encontró en una situación similar.
Fue diagnosticada con cáncer mientras vivía en Florida, y escogió congelar sus óvulos en la vecina Alabama antes de someterse a una quimioterapia, contó a NBC Washington.
Narró que espera usar sus óvulos dentro de un año, pero su clínica "pausó sus tratamientos FIV" tras la decisión del tribunal.
Cole y su esposo se sienten "atascados". "¿Cuánto tiempo tomará esto?", se preguntan.
Esperan que el proceso completo, incluyendo pagos al vientre de alquiler, les costará unos 250.000 dólares. Un sólo ciclo de FIV en Estados Unidos puede costar más de 20.000 dólares.
- "Provida, profamilia" -
Expertos y oenegés denunciaron fuertemente la decisión, al tiempo que el presidente demócrata Joe Biden tachó el fallo de "inaceptable".
Y para los republicanos el tema ha devenido en un lastre político, pues los demócratas esperan hacer de la preservación de los derechos reproductivos una parte central de su campaña electoral en 2024.
"La FIV es una cuestión compleja, sin duda, y preveo que habrá más trabajo por delante", declaró el miércoles la gobernadora, la republicana Kay Ivey, tras firmar la nueva ley de protección de la responsabilidad civil en relación con FIV.
"Desde la protección de los no nacidos hasta el apoyo a la FIV, Alabama se enorgullece de ser un estado provida y profamilia", remató.
La Universidad de Alabama en Birmingham, una de las varias instalaciones que detuvieron los tratamientos de FIV tras la sentencia de febrero, dijo el miércoles que reanudaría "rápidamente" los tratamientos y "continuaría evaluando los acontecimientos y abogando por la protección de los pacientes y proveedores de FIV".
O. Petrow--BTZ