Somalilandia elige presidente y ansía reconocimiento internacional
La autoproclamada república de Somalilandia elige a su presidente este miércoles, en un momento decisivo de su historia en el que sus ansias de reconocimiento internacional han sacudido el tablero en el Cuerno de África.
Alrededor de 1,22 millones de electores están convocados a elegir entre el presidente saliente Muse Bihi, el líder del principal partido opositor, Abdirahman Mohamed Abdullahi, alias "Irro", y el jefe del Partido de la Justicia Social, Faysal Ali Warabe.
El territorio, antaño bajo control británico y del tamaño de Uruguay (175.000 km2), declaró su independencia de Somalia en 1991, cuando ésta se hundía en el caos tras la caída del régimen militar de Siad Barre.
Somalilandia funciona de manera autónoma, y cuenta con gobierno, moneda, ejército y policía propios. Presume además de una relativa estabilidad, en comparación con Somalia, minada por la insurrección islamista de los shebab.
Sin embargo, no está reconocida por ningún país, lo que mantiene el territorio en un aislamiento relativo y en la pobreza, pese a su estratégica posición en la embocadura del mar Rojo, una de las vías marítimas más frecuentadas del mundo.
"Tenemos que demostrar al mundo la convivencia pacífica imperante en Somalilandia. Tenemos que mostrar que nuestra forma de votar es un proceso democrático. Tenemos que mostrar al mundo que Somalilandia (...) puede ser reconocida con toda la seguridad", explicó Hamza Musa Ali, un trabajador humanitario de 32 años que vino antes del amanecer a la capital Hargeisa.
El objetivo del reconocimiento internacional, desde hace diez meses, ha desatado una crisis diplomática profunda entre Somalia y Etiopía, país con el que el gobierno de Somalilandia firmó un polémico protocolo de acuerdo.
El texto nunca se ha publicado, aunque según las autoridades de Hargeisa, autoriza a Etiopía a arrendar 20 kilómetros de costa para tener así salida al mar, a cambio del reconocimiento de Somalilandia.
Mogadiscio denunció el protocolo como una "violación de su soberanía", y en respuesta estrechó su relación con Egipto, gran rival de Etiopía.
Aunque el acuerdo no se ha concretado aún, el presidente de Somalilandia y ex militar Muse Bihi, que solicita un segundo mandato, asegura que el reconocimiento, tan esperado desde hace 33 años, es inminente.
Sus adversarios no han criticado el protocolo, y prefirieron durante la campaña atacarlo por su balance en materia económica (inflación, pobreza, desempleo), y acusarlo de atizar las divisiones entre clanes.
N. Nilsson--BTZ