Primer ministro japonés bajo fuerte presión tras electoral
El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, se encontraba el lunes en la cuerda floja luego de que su coalición gobernante perdió su mayoría legislativa en unas desastrosas elecciones anticipadas.
"Estamos recibiendo un juicio severo", admitió Ishiba, de 67 años, quien asumió como líder del Partido Liberal Democrático (PLD) el 1 de octubre y de inmediato convocó a las elecciones.
El pueblo japonés "expresó su fuerte deseo de que el PLD reflexione y se convierta en un partido que actúe acorde con el deseo del pueblo", agregó el domingo tras el cierre de las urnas.
La televisión nacional NHK y otros medios informaron de que el PLD, en el poder de forma casi ininterrumpida desde 1955, perdió su mayoría legislativa por primera vez desde 2009.
Peor aún, las proyecciones sugieren que la coalición del PLD y su socio menor Komeito no alcanzaron la meta de Ishiba de 233 escaños en el Parlamento, de 456 curules.
El PLD habría obtenido 191 escaños y Komeito 24, según el recuento de NHK el lunes.
Antes de la votación, medios locales especularon que en caso de un resultado así, Ishiba podría renunciar para asumir la responsabilidad de la derrota, con lo cual sería el primer ministro más efímero de la posguerra.
El actual récord lo ostenta Naruhiko Higashikuni, quien estuvo 54 días en el cargo en 1945, justo después de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
En caso de permanecer, Ishiba deberá encabezar un gobierno de minoría o buscar nuevos socios de coalición.
"Ni no logramos mantener una mayoría como resultado del severo juzgamiento del público, pediremos a la mayor cantidad posible de personas que cooperen con nosotros", declaró a periodistas Shinjiro Koizumi, jefe electoral del PLD.
- Peor resultado -
Los votantes de la cuarta economía mundial están resentidos por la inflación y un escándalo de financiación en este partido que contribuyeron a hundir al ex primer ministro Fumio Kishida.
"Tomé mi decisión principalmente por su política económica y sus medidas antiinflacionistas", explicó Yoshigiro Uchida, de 48 años, entrevistado por AFP a la salida de un colegio electoral en Tokio.
Las cifras indican el peor resultado del PLD desde que perdió el poder en 2009, el cual recuperó en 2012 con la victoria el fallecido exprimer ministro Shinzo Abe.
En campaña, Ishiba prometió construir "un nuevo Japón", revitalizar las deprimidas regiones rurales y solventar la "emergencia silenciosa" del declive poblacional del país a través de medidas dirigidas a las familias, como promover el trabajo flexible.
Sin embargo, dio marcha atrás en su compromiso de permitir a las parejas casadas llevar dos apellidos distintos y ha nombrado solo a dos mujeres en su gabinete.
Ishiba prometió no apoyar activamente a los candidatos que se vieron salpicados, pero el diario Asahi indicó que el PLD pagó 20 millones de yenes (131.000 dólares) a las delegaciones locales dirigidas por estos responsables, provocando la indignación de la oposición.
- Oposición dividida -
El Partido Democrático Constitucional (PDC), principal fuerza de la oposición en el Parlamento, incrementó significativamente su número de escaños en el Parlamento, según indicó el lunes la cadena NHK, al lograr 143 escaños.
Su dirigente, el popular ex primer ministro Yoshihiko Noda, criticó el sábado "las políticas del PLD [que] consisten en implementar rápidamente medidas para aquellos que les dan mucho dinero".
"Pero aquellos en posiciones vulnerables, que no pueden donar dinero, han sido ignorados", agregó el opositor.
A pesar de estas críticas, el politólogo Masato Kamikubo, de la Universidad Ritsumeikan, señala que la posición de Noda "es bastante similar a la del PLD". "Es básicamente un conservador", dice.
Por ello, "el PDC o Noda pueden ser una alternativa al PLD. Muchos votantes lo piensan así", añade.
Sin embargo, la llegada de esta formación al gobierno es igualmente "difícil porque la oposición está muy dividida", apunta este experto.
Los analistas prevén que, en función de su magnitud, este revés electoral para el PLD podría provocar el pánico en los mercados financieros, poco acostumbrados a este tipo de situaciones.
A. Williams--BTZ