Empiezan elecciones en Georgia claves para sus ambiciones europeas
Los georgianos empezaron a votar el sábado en unas elecciones legislativas cruciales para el futuro de un país dividido entre una oposición proeuropea y un partido en el poder acusado de una deriva autoritaria prorrusa.
Los colegios electorales abrieron a las 08H00 locales (04H00 GMT), constataron periodistas de la AFP. Su cierre está previsto a las 20H00 (16H00 GMT), cuando se publicarán los primeros sondeos a pie de urna.
Sondeos recientes indican que una alianza inédita de formaciones de oposición podría vencer a Sueño Georgiano, el partido conservador del magnate Bidzina Ivanishvili, que desde la sombra mueve los hilos del poder desde hace una década en esta antigua república soviética del Cáucaso de cuatro millones de habitantes.
Habitualmente divididas, las fuerzas opositoras consiguieron forjar un frente inédito contra el gobierno, formado entre otros por el Movimiento Nacional Unido del expresidente encarcelado Míjeil Saakashvili.
Pero el resultado es imprevisible dado el alto número de personas encuestadas que ha dicho estar indecisa o ha rechazado expresar su opinión.
En un centro de votación en Tiflis, la capital, el músico Giorgi Kipshidze dijo a la AFP que había votado por la oposición.
"Muchos georgianos se han dado cuenta que el actual gobierno nos arrastra hacia la ciénaga rusa y nos aleja de Europa, a la que Georgia pertenece de verdad", dijo el hombre de 48 años.
La Unión Europea ya ha advertido que el resultado de la votación para renovar los 150 escaños del Parlamento determinará las opciones de Georgia de entrar en el bloque, un objetivo inscrito en su Constitución.
"Si el partido en el poder intenta quedarse sea cual sea el resultado, hay un riesgo de problemas poselectorales", advirtió Gela Vasadzé, del Centro de Análisis Estratégico de Georgia.
En caso de victoria, la alianza opositora ha prometido reformas electorales, judiciales y la derogación de varias leyes recientemente promulgadas. Su intención es formar un gobierno de coalición, aprobar estar reformas y organizar unas nuevas elecciones en un año para conocer la voluntad de los ciudadanos.
- Entre Bruselas y Moscú -
Sueño Georgiano, en el poder desde 2012, está acusado de haberse embarcado en una espiral hacia la implementación de un régimen autoritario prorruso que se aleje de la Unión Europea y la OTAN.
Algunos de sus dirigentes son muy críticos hacia Occidente. Su jefe en la sombra, Bidzina Ivanishvili, lo calificó de "partido mundial de la guerra" que trataría a Georgia como "carne de cañón".
Este país a orillas del mar Negro está todavía muy marcado por la invasión rusa en una breve guerra de 2008, tras la que Moscú instaló bases militares en dos regiones separatistas georgianas, Absajia y Osetia del Sur, que reconoció como estados independientes.
El partido gobernante ha hecho campaña presentándose como el único capaz de impedir una supuesta "ucranización" de Georgia.
El gobierno aspira a obtener tres cuartas partes de los 150 escaños del Parlamento, una amplia mayoría que le permitiría cambiar la Constitución y, según su proyecto, prohibir los partidos opositores prooccidentales.
Georgia se vio sacudida en mayo por enormes manifestaciones de la oposición contra una ley sobre la "influencia extranjera" inspirada en una legislación rusa que ha servido para reprimir a la disidencia.
Bruselas congeló seguidamente el proceso de adhesión a la UE de este país de cuatro millones de habitantes y Estados Unidos impuso sanciones a responsables georgianos acusados de autorizar una "represión brutal" contra los manifestantes.
El último foco de tensión entre Bruselas y Tiflis fue la promulgación, a principios de este mes, de una ley que restringe duramente los derechos de las personas LGTB+.
El Kremlin, de su parte, denunció el viernes intento de "injerencia" occidentales en las legislativas. "Intentan torcer el brazo de Tiflis, dictar sus condiciones", dijo su portavoz, Dmitri Peskov.
A. Williams--BTZ