Presidenta saliente Maia Sandu encabeza elecciones en primera vuelta en Moldavia
La presidenta proeuropea saliente Maia Sandu encabeza el domingo la primera vuelta de las elecciones en Moldavia, según resultados publicados por la comisión electoral, tras una campaña afectada por temores de injerencia rusa.
Tras el recuento de los votos, esta economista de 52 años logró el 36% y enfrentará en segunda vuelta el 3 de noviembre a Alexandr Stoianoglo, exprocurador de 57 años apoyado por los socialistas prorrusos, que se alzó con un 29%, más de lo previsto.
Moldavia votó para elegir presidente y decidir si continúa o no su camino hacia la Unión Europea, un doble voto crucial para el futuro de esta antigua república soviética.
Los moldavos votaron "no" el domingo en el referéndum sobre el principio de adhesión a la Unión Europea (UE), según resultados parciales que serían una sorpresa si se confirman y una derrota para Sandu.
Los electores se pronunciaron en más de 55% opuestos a que se inscriba en la Constitución el objetivo europeo, tras el recuento del 70% de los votos.
La tendencia podría sin embargo cambiar pues falta contabilizar votos en la capital, Chisinau, más favorable a la UE, y en el extranjero, donde vive una diáspora importante.
Moldavia ya tiene un pie dentro del bloque regional, con el inicio oficial en junio de las negociaciones de adhesión.
Los partidos prorrusos llamaron al boicot para que la votación no sea válida.
En 2020, Sandu se convirtió en la primera mujer en ponerse al frente de este país, situado entre la alianza atlántica OTAN y la zona de influencia rusa.
"Este voto va a determinar nuestro destino para muchas décadas", declaró el domingo la presidenta saliente, convertida en una figura europea de primer plano.
"Es la voluntad del pueblo moldavo" la que tiene que expresarse, y "no la de otras personas, no el dinero sucio", insistió la candidata, que tiene reputación de incorruptible.
Según el grupo de reflexión WatchDog, Rusia invirtió un centenar de millones de dólares antes de estos comicios, de la mano del magnate Ilan Shor, refugiado en Moscú tras una condena por fraude.
O. Larsen--BTZ