Trump y Harris batallan en Michigan para atraer el voto de obreros y musulmanes
Donald Trump y Kamala Harris ponen rumbo este viernes al estado de Míchigan para cortejar el voto de los obreros, pero también el de la comunidad musulmana, decepcionada con el apoyo de Estados Unidos a Israel en la guerra en Gaza.
Las elecciones presidenciales del 5 de noviembre entre la candidata demócrata y el republicano podrían decidirse por unos pocos miles de votos en determinados condados de seis o siete estados clave, llamados pendulares.
Míchigan, base de las "tres grandes" fábricas de automóviles (Ford, General Motors y Chrysler), es uno de ellos.
Las crisis económicas de la década de 1970 llevaron a muchos habitantes del llamado "cinturón manufacturero" a irse de este estado fronterizo con Canadá, pero los conflictos en Oriente Medio atrajeron a la zona a migrantes libaneses, iraquíes, yemeníes y palestinos.
Tradicionalmente la comunidad musulmana vota por los demócratas pero su enfado por el apoyo de la Casa Blanca a las operaciones militares israelíes en Gaza y Líbano ha amenazado con reducirlo.
Varias organizaciones árabes estadounidenses han decidido apoyar a candidatos independientes como la ecologista Jil Stein, o a ninguno, pero una de las más importantes, el movimiento de los No Comprometidos, ha respaldado a la demócrata, más por pragmatismo, porque teme que Trump sea peor, que por afinidad.
En Dearborn, suburbio de Detroit, todos hablan de la guerra en Oriente Medio.
Marwan Faraj, un estadounidense de origen libanés de 51 años, explica en una cafetería que siempre ha votado por los demócratas pero esta vez dará la espalda a Kamala Harris porque "han apoyado esta limpieza étnica y genocidio desde el primer día, con los dólares de nuestros impuestos, y eso está mal".
"Votamos por Biden porque no queríamos a Trump. Le dimos una oportunidad y la arruinó, y Kamala promete asumir el mismo papel", sostiene. "No voy a votar por los demócratas ni por los republicanos".
Faraj apoya a Jill Stein, al igual que Haider Koussan, también de origen libanés, copropietario junto con sus hermanos de una pequeña cadena de supermercados.
"No queremos votar por ninguno de los dos, porque Trump nos menosprecia, y los demócratas que nos respetaban ahora le están dando armas a Israel", explica.
- "Poner fin" a la guerra -
La vicepresidenta de 59 años estimó que la muerte del jefe de Hamás, Yahya Sinwar, es una "ocasión para poner fin" a la guerra en Gaza.
Esta guerra "debe terminar de tal manera que Israel esté en seguridad, los rehenes sean liberados y el sufrimiento en Gaza termine, y el pueblo palestino pueda ejercer su derecho a la dignidad, la seguridad, la libertad y la autodeterminación", afirmó.
Su rival republicano, el expresidente Trump, aún no ha reaccionado a la muerte del líder de Hamás.
Trump también estará en Michigan el viernes para dar un mitin en Detroit, antiguo bastión de la industria automovilística estadounidense.
Antes de partir participó en dos podcasts conservadores.
"Biden es un gran incompetente, pero la mala noticia es que ella es peor", dijo.
El millonario confirmó que prevé trabajar en un McDonald's durante el fin de semana, para burlarse de la candidata demócrata, que asegura que ha sido empleada de esta cadena de comida rápida cuando era estudiante.
Según su equipo de campaña este viernes transmitirá un mensaje: "Las familias de Michigan fueron aplastadas por la inflación, bajo el fallido liderazgo de Kamala".
Trump amenaza con imponer aranceles de 100%, 200% e incluso más si gana las elecciones para, según él, traer de vuelta a Estados Unidos a una gran cantidad de empresas.
Y considera a México "un desafío tremendo" para sus planes.
"China está construyendo enormes fábricas de automóviles en México" y "van a venderlos en Estados Unidos" porque al estar cerca de la frontera tienen "todas las ventajas y ninguna de las desventajas", se quejó esta semana.
"Y ese va a ser el fin de Michigan. Va a ser el fin de, francamente, Carolina del Sur, va a ser el fin de todo", pronosticó.
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O. Karlsson--BTZ