Un ataque de Hezbolá con drones deja cuatro muertos y decenas de heridos en una base israelí
Un ataque de Hezbolá con drones mató el domingo a cuatro soldados en una base del ejército israelí, que intensificó sus bombardeos en Líbano y los combates terrestres en la zona fronteriza.
El ataque contra el campo de entrenamiento en Binyamina, cerca de Haifa, es el más mortal contra una base israelí desde el 23 de septiembre, cuando Israel redobló sus ataques contra Hezbolá en Líbano. Los servicios de emergencia reportaron más de 60 heridos.
En tanto, autoridades de la Franja de Gaza indicaron que subió a 15 el saldo mortal de un bombardeo israelí el domingo contra una escuela que servía de albergue para refugiados.
El ejército israelí intensificó a finales de septiembre sus bombardeos contra el movimiento islamista Hezbolá, que abrió un frente en la frontera norte de Israel el 8 de octubre de 2023, en apoyo a sus aliados de Hamás, el grupo palestino que gobierna Gaza.
Hezbolá dedicó el ataque del domingo a su exlíder Hasán Nasralá, asesinado en un bombardeo israelí el 27 de septiembre en Beirut. En un comunicado, dijo que la agresión contra esta ciudad del norte de Israel era una "respuesta a los ataques sionistas".
El movimiento libanés afirmó el domingo que sus milicianos libraban combates "con armas automáticas" y "cohetes" contra soldados israelíes en al menos cuatro aldeas fronterizas con Israel.
Hezbolá "promete al enemigo que lo que presenció hoy en el sur de Haifa es nada comparado con lo que le espera si continúa su agresión contra nuestro pueblo noble y querido", afirmó.
También indicó que tendieron una emboscada a militares israelíes que trataron de infiltrarse al país y difundió un audio de Nasralá en el que el fallecido líder insta a sus combatientes a seguir los combates.
El ejército israelí, a su vez, reportó batallas "cuerpo a cuerpo" con Hezbolá y anunció la captura de un combatiente del grupo libanés, la primera desde que lanzó la ofensiva terrestre en Líbano el 30 de septiembre.
Tras haber debilitado a Hamás en Gaza, Israel desplazó el grueso de sus operaciones al Líbano, donde afirma que el objetivo es permitir el regreso de unos 60.000 israelíes desplazados por los disparos de proyectiles del grupo islamista.
Israel impedirá que los milicianos del Hezbolá regresen a las zonas fronterizas, incluso cuando sus tropas se hayan ido, afirmó el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant.
- "Crimen de guerra" -
Según la agencia de noticias oficial libanesa ANI, la aviación israelí intensificó también sus bombardeos contra aldeas del sur de Líbano, tras golpear un mercado de Nabatieh el sábado.
"Todo quedó destruido (...) Es como si un terremoto hubiese devastado el mercado", dijo un habitante, Tareq Sadaqa, a AFP.
La Cruz Roja libanesa reportó por su parte que varios de sus socorristas resultaron heridos el domingo en un ataque en la zona y el ejército señaló que tres de sus soldados quedaron heridos por "bombardeos israelíes".
Según la ONU, hay cerca de 700.000 desplazados internos en Líbano desde la intensificación de los bombardeos israelíes el 23 de septiembre.
Los combates en Líbano también alcanzaron la fuerza de paz de la ONU en el país (Finul). El organismo acusó el jueves al ejército del Estado hebreo de disparos "repetidos" y "deliberados" en su contra.
La Finul denunció este domingo "escandalosas violaciones" israelíes contra sus posiciones, después de que dos tanques entraran "por la fuerza" en una de ellas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había exigido anteriormente a la ONU sacar "de inmediato" los efectivos de la Finul de las zonas de combate.
"El personal de la Finul y sus instalaciones nunca deben ser objeto de ataques", afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. "Los ataques contra las fuerzas de paz violan el derecho internacional...(y) pueden constituir un crimen de guerra", añadió.
- "Situación de guerra" -
Tanto la guerra entre Hamás y el ejército israelí en Gaza como el conflicto en Líbano han ido acompañados de una escalada entre Israel e Irán, que lanzó cerca de 200 misiles contra su archienemigo el 1 de octubre.
Los dirigentes israelíes amenazan con responder al ataque, que según la República Islámica fue en respuesta a las muertes del jefe del Hezbolá libanés, Nasralá, y del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, abatido en una explosión atribuida a Israel el 31 de julio en Teherán.
El canciller iraní, Abás Araghchi, afirmó que su país está "totalmente preparado para una situación de guerra", aunque reiteró que su gobierno quiere "la paz".
Ante las amenazas de Irán, Estados Unidos anunció el despliegue de un sistema de defensa antimisiles de gran altitud THAAD en Israel.
Tras más de un año de combates, Israel continúa su ofensiva en Gaza. La agencia de Defensa Civil del territorio reportó cinco niños muertos el domingo en un bombardeo israelí en el campo de refugiados de Al Shati, al oeste de Ciudad de Gaza.
En su ataque del 7 de octubre de 2023 en suelo israelí, Hamás mató a 1.206 personas, la mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes y que incluye a los rehenes muertos o asesinados en cautiverio en Gaza.
Al menos 42.227 palestinos, mayoritariamente civiles, han muerto en la ofensiva israelí en el territorio, según datos del ministerio de Salud gazatí, que la ONU considera fiables.
P. O'Kelly--BTZ