Steve McQueen muestra en "Blitz" la "perversidad" de la guerra desde la perspectiva de un niño
En su última película, "Blitz", Steve McQueen ha querido denunciar la "perversidad" de la guerra y la propensión humana a "apartar la mirada" de su oscura realidad, explica a AFP el director británico ganador de un Oscar.
Esta cruda epopeya de la Segunda Guerra Mundial, que inauguró el Festival de Cine de Londres el miércoles, narra el "Blitz", la campaña de bombardeos masivos en Reino Unido por parte de la Alemania nazi, entre 1940 y 1941, a través de los ojos de un niño mestizo de nueve años, George.
Este último huye cuando lo llevan con otros niños al campo, lejos de los combates, y se embarca en una carrera frenética para encontrar a su madre, interpretada por Saoirse Ronan, y a su abuelo, encarnado por el músico Paul Weller, en el este de Londres.
Para Steve McQueen, de 55 años, también guionista de la película, poner a un niño en el centro de esta historia fue utilizar "una página en blanco" para mostrar la "perversidad" de la guerra.
"Con los adultos (...) hay un momento en el que tendemos a mirar hacia otro lado (...) o a no escuchar", explica el director ganador del Oscar por "12 años de esclavitud" (2013).
"Pero para un niño, las cosas son buenas o malas, verdaderas o falsas. Todo es motivo de reflexión", señala.
En una escena de la película, George, interpretado por Elliott Heffernan, observa desconcertado cómo su barrio queda completamente destruido por las bombas alemanas.
- "Atemporal" -
McQueen se inspiró en parte en su infancia en Londres, pero también en un encargo de 2003 del Museo Imperial de la Guerra, que lo envió a Irak como "artista oficial" durante la Segunda Guerra del Golfo.
Pero fue el descubrimiento en 2020, mientras trabajaba para un proyecto televisivo, de la foto de un niño negro en una estación esperando a ser evacuado lo que despertó la idea de la película.
"Me dije a mí mismo que esa era mi puerta de entrada. Necesito contar esta historia, ver esta idea del Blitz a través de sus ojos", recuerda.
La película le permite describir también el racismo que existía en la época de la guerra en el Reino Unido, un tema poco destacado en la evocación en torno al Blitz.
"Estamos luchando tanto contra nuestro enemigo como contra nosotros mismos de cierta manera, ya sea en términos de sexismo, racismo, antisemitismo, islamofobia", explica.
"No se puede hacer una película sobre la sociedad sin contar todo lo que está pasando, cualquiera que sea la forma que adopte", añade McQueen.
El director afirma haber querido que "el corazón" de la película fuera una historia de amor familiar. "Lo más importante de esta historia es el amor, el amor entre una madre y su hijo, lo que es atemporal", afirma.
- "Personas ordinarias" -
Aunque esa parte de la historia es ficción, McQueen construyó sus personajes a partir de personas reales e investigó exhaustivamente "para hacer las cosas lo más realistas posible".
Debido a este deseo de colocar a "gente corriente" en el centro de la historia, los soldados en combate o los líderes de la época, como el primer ministro Winston Churchill, están ausentes de "Blitz".
"No era mi tema", afirma Steve McQueen. El director se alegra especialmente de que el estreno de su película tenga lugar en Londres. "No habría querido que esto se hiciera en ningún otro lugar", dice.
El éxito de la película también se debe en gran medida a sus actores y, en particular, al joven Elliott Heffernan, que impresionó al director durante el 'casting'.
"Muchas veces no sabes realmente lo que estás buscando y luego lo descubres cuando lo ves, eso es lo emocionante", comenta Steve McQueen.
Durante las pruebas, recuerda haber encontrado al joven actor "fascinante".
En el rodaje de película, que llegará a los cines el 1 de noviembre, hubo una gran complicidad entre el niño y Saoirse Ronan, que se mostró "protectora" con él.
"Esta conexión era obvia. La vemos también en la pantalla, fue maravillosa", dice McQueen.
A. Madsen--BTZ