Para los médicos de guerra en Líbano, la experiencia vuelve a repetirse
En un hospital del sur de Líbano, el doctor noruego Mads Gilbert trabaja otra vez al ritmo de los bombardeos israelíes, 42 años después de su primera misión en el país.
"Nada ha cambiado", lamenta este médico anestesista, que vivió la invasión israelí y el asedio de Beirut en 1982.
"Es una experiencia horrible", dice durante una videollamada con AFP, desde un hospital de Nabatiyeh, una ciudad del sur situada a unos 20 km de la frontera con Israel.
La violencia en el sur de Líbano, desencadenada hace un año por el grupo proiraní Hezbolá en apoyo al movimiento palestino Hamás, se convirtió en una guerra abierta el 23 de septiembre con una campaña de bombardeos israelíes en el país.
Las hostilidades han dejado desde entonces más de mil muertos, más de 3.600 heridos y más de un millón de desplazados, según cifras oficiales libanesas.
Desde hace una semana, las incursiones terrestres iniciadas por el ejército israelí dan lugar a violentos combates con la milicia libanesa.
Pero los heridos no llegan hasta Nabatiyeh. "No pueden ser evacuados debido a la brutalidad de los ataques", explica el doctor Gilbert.
Nabatiyeh tampoco está a salvo. Esta semana, el ejército israelí emitió una orden de evacuación para los habitantes de 25 localidades de la región, incluida la ciudad homónima.
El ejército israelí "puede hacer lo que quiera a los centros de salud, a las ambulancias, a las iglesias, a las mezquitas, a las universidades, como ha hecho en Gaza", afirma indignado el médico noruego, que también trabajó en los territorios palestinos.
"Y hoy, todo eso se repite en Líbano, en 2024", lamenta.
- Paralelismo con Gaza -
Al menos cuatro hospitales, en el sur del país y en la periferia sur de Beirut, bastión de la organización proiraní, tuvieron que dejar de funcionar el viernes.
El coordinador humanitario de la ONU en Líbano, Imran Riza, dio cuenta en X de un "aumento alarmante de los ataques contra el sistema de salud" en el país.
Las informaciones sobre bombardeos israelíes que habrían alcanzado "instalaciones sanitarias y personal hospitalario" en Líbano son "profundamente inquietantes", reaccionó el sábado el Reino Unido.
Israel, por su parte, denuncia un "uso creciente de vehículos de emergencias por parte de los miembros de Hezbolá para transportar a agentes y material para los combates".
En Beirut, el médico palestino-británico Ghassan Abu Sittah ve demasiados paralelismos entre la situación en Líbano y lo que ocurre en Gaza, tras un año de la guerra desencadenada por el ataque de Hamás el 7 de octubre en Israel.
El cirujano plástico especialista en reconstrucción trata a los heridos en el centro médico de la Universidad estadounidense de Beirut, cuya periferia sur es blanco de incesantes bombardeos.
El profesional sanitario describe a "niños, familias" enteras que sufren heridas causadas por las explosiones o las esquirlas, "lesionados en la cara, el torso, amputados" o con "conmociones cerebrales".
Más de una cuarta parte de los heridos que ha visto en Beirut y otras partes de Líbano son menores, asegura. Unicef calcula que 690 niños han resultado heridos en Líbano durante las últimas semanas.
"Entre mis pacientes tengo a una niña de 13 años herida en la cara, que necesita una reconstrucción de la mandíbula y que deberá someterse a varias operaciones", cuenta Abu Sittah, que pasó semanas en Gaza al inicio de la guerra.
"Esto recuerda tanto a lo que ocurre en Gaza", continúa. "Y lo que me parte el corazón es que todo esto podría haberse evitado si la guerra en Gaza hubiera acabado", concluye.
F. Burkhard--BTZ