Blinken y el canciller británico en Kiev para hablar del uso de armas occidentales contra Rusia
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores británico David Lammy están este miércoles en Kiev para abordar con responsables ucranianos la cuestión del uso de armas occidentales de largo alcance contra Rusia.
Blinken, que efectúa su quinta visita a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, llegó este miércoles en tren desde Polonia con David Lammy, cuyo gobierno laborista, instalado hace dos meses, promete seguir brindando un apoyo inquebrantable a Kiev.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha aumentado la presión para que Occidente le facilite a Ucrania más armamento, y con menos restricciones aparejadas, de manera que Kiev pueda atacar territorio ruso en profundidad con misiles de largo alcance.
Preguntado a propósito, el presidente norteamericano Joe Biden reconoció en Washington que están "analizando" la cuestión "en este momento".
Según la prensa británica, Biden, que se reunirá el viernes con el primer ministro del Reino Unido Keir Starmer, podría levantar el veto norteamericano al uso por parte de Ucrania de misiles Storm Shadow de largo alcance contra Rusia.
El Kremlin se pronunció este miércoles, y avisó que dará una respuesta "apropiada" si Ucrania recibe luz verde de sus socios occidentales para usar ese tipo de armas contra territorio ruso.
- Misiles iraníes -
Blinken afirmó el martes en Londres en una conferencia de prensa conjunta con Lammy que Washington sigue comprometido a darle a Ucrania "lo que necesite y cuando lo necesite para hacer frente de la manera más eficaz a la agresión rusa".
En una entrevista luego con Sky News, Blinken tuvo que responder a la pregunta de si Washington autorizará la adquisición por parte de Kiev de armamento de largo alcance: "No descartamos hacerlo, y si lo hacemos, queremos asegurarnos de que eso ayuda a lo que los ucranianos quieren conseguir".
La cuestión de si se permite a Ucrania emplear misiles occidentales de largo alcance se plantea de manera simétrica a la situación del lado ruso. Washington ha alertado de la entrega de misiles iraníes de corto alcance, que Moscú podría usar contra Ucrania en las semanas próximas.
Este escenario hace temer que Moscú emplee sus propios misiles de largo alcance contra las zonas más alejadas del frente, en el oeste de Ucrania.
Las potencias occidentales habían tratado de disuadir a Teherán, y este martes precisamente, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania anunciaron nuevas sanciones, en particular en el transporte aéreo, tras acusar a la República Islámica de haber suministrado misiles balísticos a Rusia para usarlos en Ucrania.
Londres anunció nuevas sanciones este miércoles contra la flota de buques que le permiten a Rusia evitar las restricciones occidentales y seguir exportando su petróleo.
El ministerio de Exteriores precisó que las sanciones conciernen diez buques, que no podrán entrar en puertos británicos. Tres de ellos permitieron transportar petróleo ruso por valor de más de 5.000 millones de dólares desde el inicio de la invasión de Ucrania, según el ministerio.
Es la tercera vez que el Reino Unido sanciona la llamada "flota fantasma", buques de pertenencia opaca o carentes de seguros, que Moscú utiliza para evitar las sanciones del G7 y exportar crudo, una actividad que representó alrededor del 25% del presupuesto ruso de 2023, según la cancillería británica.
L. Andersson--BTZ