La investidura del nuevo presidente catalán, opacada por el regreso del independentista Puigdemont
El Parlamento de Cataluña tiene previsto elegir este jueves a un socialista como nuevo presidente regional, un hecho opacado por el anunciado retorno del independentista Carles Puigdemont, en el extranjero desde 2017 para evadir a la justicia española.
Después de meses de bloqueo e intensas negociaciones desde las elecciones de mayo en las que los socialistas llegaron primeros, por delante del partido de Puigdemont pero sin mayoría absoluta, la rica región del noreste de España debería finalmente tener como nuevo presidente a Salvador Illa.
Su elección pondrá fin a la cuenta atrás que terminaba el 26 de agosto, fecha límite para evitar una repetición electoral si para entonces no hay un nuevo jefe del ejecutivo regional.
Pero toda la atención el jueves estará puesta en Puigdemont, el presidente regional durante la fallida secesión de Cataluña en 2017, sobre quien pesa una orden de detención.
Siete años después de escapar a Bruselas para evadir la justicia, el dirigente independentista anunció que regresará a España para asistir a la sesión en el Parlamento.
Su partido, Juntos por Cataluña (JxCAT), convocó una manifestación de recibimiento a su líder cerca de la cámara antes de que comience la sesión de investidura. El otro gran partido independentista catalán, ERC, anunció que se unirá.
- Sin amnistía -
"En condiciones de normalidad democrática, que un diputado como yo anuncie su intención de asistir a la sesión sería innecesario, sería irrelevante", declaró Puigdemont en un video publicado este miércoles en X.
El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, impulsó una ley de amnistía para los independentistas catalanes a cambio del necesario apoyo de JxCAT para su reelección en noviembre pasado.
Pero el 1 de julio, el Tribunal Supremo determinó que la amnistía no aplicaba para Puigdemont en el delito de malversación, por lo que podría terminar en prisión.
En su video, el líder independentista dijo que su regreso busca "contestar" el "desafío" de ciertos jueces del Supremo, que con una "actitud de rebelión" no han aplicado la amnistía.
Las consecuencias del retorno de Puigdemont -a quien el partido de extrema derecha Vox califica de "prófugo golpista" y esperará "en la puerta del Parlamento catalán"- aún no están claras, pero por lo pronto probablemente se postergaría la investidura de Illa.
El secretario general de JxCAT, Jordi Turull, anunció que si Puigdemont es detenido, pedirá la suspensión de la sesión.
- Polémico acuerdo -
Lejos de estas consideraciones, Salvador Illa, ministro de Sanidad español durante la pandemia del covid y cercano a Pedro Sánchez, se ha centrado en los últimos días en defender el acuerdo que le permitirá convertirse en el primer presidente catalán que no procede de las filas de un partido nacionalista o independentista desde 2010.
Illa logró el respaldo de ERC y de una formación de izquierda radical que pertenece a la plataforma Sumar, socio de coalición de los socialistas en el gobierno nacional.
Pero para amarrar los síes de ERC, los socialistas tuvieron que prometer como recompensa algo largamente anhelado por los separatistas catalanes: el control total de los impuestos recaudados en la región, a semejanza de lo que ocurre en el País Vasco.
"Para unos es un golpe de Estado, otro más, yo no sé cuántos golpes de Estado llevamos, cuántas veces hemos destruido España", ironizó Sánchez.
"Y resulta que España y Cataluña están más fuertes, están más unidas" que en los años tumultuosos alrededor de la fallida independencia catalana, dijo el mandatario socialista la semana pasada.
N. Nilsson--BTZ