Tsimanuskaya, la atleta bielorrusa que desertó por Polonia y logró llegar a París
La velocista bielorrusa Krystsina Tsimanuskaya, que desertó de manera espectacular durante los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, compite ahora por Polonia y pese a las muchas vicisitudes siempre estuvo convencida de que correría en París.
La atleta, especialista de 100 y 200 metros, protagonizó un escándalo diplomático en Japón, de donde huyó con ayuda del COI porque temía ser repatriada a la fuerza a Bielorrusia y encarcelada, tras criticar a su delegación.
A sus 27 años, ahora representa a Polonia y competirá en los 200 metros lisos de París-2024, cuyas eliminatorias comienzan el domingo.
"París era mi objetivo", dice a AFP en una entrevista en la Villa Olímpica, al norte de la capital francesa.
"Los sueños se cumplen", asegura la atleta, que luce una camiseta roja con el nombre de Polonia -Polska- en el pecho.
En su antebrazo izquierdo tiene un tatuaje en ruso, su lengua materna, que resume su lema de vida: "demasiado fuerte para abandonar".
En Japón, la velocista se refugió en la embajada de Polonia y luego huyó a ese país.
El incidente diplomático se produjo en plena represión de la disidencia bielorrusa, tras las elecciones que dieron un nuevo mandato al presidente Alexander Lukashenko en 2020, y que la oposición tachó de fraude.
Krystsina Tsimanuskaya fue una de las 2.000 personalidades del deporte bielorruso que firmaron una carta abierta, en la que pedían nuevas elecciones.
Tres años más tarde, la atleta parece relajada y feliz de sentir el ambiente olímpico. "Tengo la sensación de volver a Tokio, en un sentido positivo", dice con una sonrisa.
- Salud frágil -
Y sin embargo, el camino hasta París no ha sido precisamente corto.
Pese a haber obtenido la nacionalidad polaca nueve meses después de su deserción, no estaba segura de poder competir por Polonia a nivel internacional.
La invasión de Ucrania por Moscú en febrero de 2022, en la que Bielorrusia ayudó prestando su territorio a las tropas rusas que pretendían llegar a Kiev, complicó su tentativa de cambio de nacionalidad.
Pero World Athletics, la instancia dirigente del atletismo mundial, le allanó el camino en agosto de 2023, justo antes de los Mundiales de Budapest.
En paralelo, tuvo que trabajar duro para integrarse.
Tsimanuskaya, que desde entonces aprendió polaco, recibió además amenazas por internet procedentes de Bielorrusia, y tuvo que estar escoltada durante meses.
Y la seguridad sigue siendo una de sus grandes preocupaciones. De hecho prefiere mantenerse dentro del recinto de la Villa Olímpica, y espera evitar cruzarse con los atletas bielorrusos que compiten en París bajo bandera neutral, a causa del apoyo de Minsk a la invasión rusa de Ucrania.
La velocista todavía recuerda a los agentes del KGB bielorruso que acompañaban a la delegación nacional. Y en estos Juegos de París, dice, "me han avisado de que no debo ir sola a ningún sitio".
Ahora paga los efectos del estrés permanente sufrido durante años. "Cada dos meses me enfermo".
Tras los Juegos de París, tiene pensado concentrarse en su salud y preparar los Mundiales de Tokio del año próximo.
Sus problemas de salud, no obstante, podrían obligarla a adelantar su retirada del atletismo, y aún no sabe si podrá participar en las Olimpíadas de Los Ángeles-2028.
- Hostigamiento judicial -
La campaña de acoso en línea se ha calmado, pero el régimen de Lukashenko sigue teniendo en el punto de mira a Tsimanuskaya.
En mayo, las autoridades bielorrusas abrieron una causa penal contra ella y otros 250 opositores, acusados de "formación de un grupo extremista" y de "complot tendiente a derrocar al gobierno".
Las autoridades allanaron además el domicilio de sus padres en la ciudad de Klimavichi, donde estos siguen viviendo.
"Es absurdo", lamenta. "Lo que hago desde hace tres años es deporte y prepararme para los Juegos Olímpicos".
S. Sokolow--BTZ