Entierro del líder de Hamás en Catar entre temores de una escalada regional
Catar acoge este viernes el entierro del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, muerto en un ataque en Teherán atribuido a Israel, entre temores de una respuesta de Irán y sus aliados que supondría una escalada regional del conflicto en Gaza.
El cuerpo del jefe político del movimiento islamista palestino que gobierna Gaza llegó el viernes a la mezquita Imam Muhammad bin Abdul Wahhab, la más grande de Catar situada en Doha.
Haniyeh, quien residía en la capital catarí junto a otros líderes del grupo, será enterrado en un cementerio en Lusail, al norte de la ciudad, después de la ceremonia funeraria en la mezquita.
Hamás indicó que "líderes árabes e islámicos" y representantes de otras facciones palestinas acudirán al evento, que estará abierto al público.
Haniyeh y uno de sus guardaespaldas murieron la madrugada del miércoles en un ataque en la residencia donde se quedaba en Teherán, afirmó la Guardia Revolucionaria de Irán.
El dirigente, exiliado entre Catar y Turquía, estaba en la capital persa para la investidura del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian. Los medios iraníes indicaron que murió en un ataque realizado con un "proyectil aéreo".
El diario estadounidense New York Times, citando a cinco funcionarios de países de Oriente Medio que hablaron bajo condicion de anonimato, indicó sin embargo que Haniyeh murió por la explosión de un artefacto escondido desde hace dos meses en la casa.
Tanto Hamás como Irán atribuyeron el ataque a Israel, que no ha hecho ningún comentario directo al respecto. El país hebreo había reivindicado horas antes un bombardeo en Beirut, la capital de Líbano, que mató a Fuad Shukr, el mando militar del movimiento libanés Hezbolá, aliado de Hamás.
El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, aseguró el jueves que el ataque en Líbano fue el único lanzado por su país la madrugada del miércoles en Oriente Medio.
Pero los acontecimientos inflamaron las tensiones en una región donde la guerra en la Franja de Gaza ya había disparado las hostilidades entre Israel y movimientos armados afines a Irán en Siria, Líbano, Irak y Yemen.
- Respuesta "inevitable" -
El cuerpo de Haniyeh, de 61 años, fue trasladado desde una morgue hasta la mezquita de Doha antes del gran rezo del viernes, el día más importante en la tradición islámica.
El féretro estaba protegido por un importante cordón de seguridad y miles de fieles se reunieron en el lugar con banderas palestinas y kufiyas.
Turquía y Pakistán decretaron un día de luto el viernes en recuerdo de Haniyeh y Hamás prometió un "día de furiosa rabia" coincidiendo con el entierro.
El movimiento palestino llamó a celebrar "rugientes marchas de enfado (...) desde cada mezquita" después de las plegarias del viernes.
El entierro de Haniyeh se produce en un momento en que Irán y sus aliados preparan una respuesta coordinada contra Israel.
El jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, advirtió el jueves que era "inevitable" que el movimiento respondiera al bombardeo israelí del marte en Beirut.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que su país estaba preparado "para cualquier escenario, tanto defensivo como ofensivo".
Netanyahu prometió destruir a Hamás en represalia por su ataque del 7 de octubre contra el sur del país, que desencadenó la guerra en Gaza.
Los comandos islamistas mataron ese día a 1.197 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP en base a datos oficiales israelíes, y capturaron a 251.
El ejército israelí señala que 111 permanecen en Gaza aunque 39 están muertos.
La ofensiva militar lanzada por Israel contra Gaza ha dejado de momento 39.480 muertos, según el Ministerio de Salud de este territorio.
- "Un precio muy alto" -
Miles de personas asistieron el jueves a una ceremonia funeraria pública en honor a Haniyeh en Teherán dirigida por el líder supremo iraní Ali Jamenei, quien prometió un "duro castigo" para Israel.
Los rebeldes hutíes de Yemen, también aliados de Hamás, prometieron a su vez una "respuesta militar" a la "peligrosa escalada" provocada, según ellos, por Israel.
Catar ha acogido la oficina política de Hamás con la aprobación de Estados Unidos desde 2012, cuando el grupo palestino cerró su oficina en Damasco.
Haniyeh desempeñaba un papel clave en las negociaciones para un posible acuerdo de tregua en Gaza, en las que Catar, Egipto y Estados Unidos han ejercido de mediadores.
Pero este proceso queda en duda después de su muerte. "¿Cómo puede tener éxito una mediación cuando una parte asesina al negociador de la otra parte?", se preguntó el primer ministro catarí, Mohammed bin Abdelrahman al Thani.
La comunidad internacional ha llamado a la calma y ha reclamado nuevamente un alto el fuego en Gaza que, según decía Haniyeh, Israel estaba bloqueando.
F. Burkhard--BTZ