Trump ataca en Florida a la vicepresidenta Harris, su probable rival demócrata
El exmandatario estadounidense Donald Trump atacó este viernes a Kamala Harris, su probable rival demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre, a la que acusó falsamente de ser antisemita y de estar a favor de matar a recién nacidos.
La vicepresidenta, casada con un judío, ha ganado terreno a Trump en las encuestas desde que sustituyó al presidente Joe Biden al frente de la candidatura demócrata hace apenas unos días.
El expresidente republicano Trump dedicó gran parte de su discurso en una convención religiosa en el sur de Florida a atacar el historial de Harris como senadora y como número dos de Biden, pero muchos de sus ataques fueron calumnias.
Harris, de 59 años, se había saltado el discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ante el Congreso estadounidense el miércoles para cumplir con un compromiso previo.
Pero Trump dijo que la vicepresidenta había evitado a Netanyahu porque era antisemita.
"No le gusta el pueblo judío. No le gusta Israel. Así es como es y así será siempre. No va a cambiar", dijo.
El comentario muestra una escalada en la retórica incendiaria de Trump, días después de que su campaña dijera que un atentado contra su vida le había hecho centrarse en la unidad.
Trump, invitado por el movimiento ultraconservador Turning Point Action, recordó declaraciones pasadas de Harris sobre la policía, la inmigración y el medioambiente que, según él, la sitúan muy a la izquierda de la política del gobierno actual.
- "Ejecutar al bebé" -
Pero también hizo acusaciones sin fundamento contra ella, la justicia y la policía.
El expresidente dijo, por ejemplo, que el FBI estaba persiguiendo a cristianos y activistas antiaborto y poniéndolos en la cárcel por sus "creencias religiosas".
Aseguró que los demócratas habían dado un "golpe" para sacar a Biden de las elecciones y que Estados Unidos era un "hazmerreír".
Sus ataques más duros fueron, sin embargo, para Harris, a la que definió como "la vicepresidenta más incompetente, impopular y ultraizquierdista de la historia de Estados Unidos".
"Si Kamala Harris se sale con la suya, tendrán una ley federal para el aborto, para arrancar al bebé del vientre materno en el octavo, noveno mes e incluso después del nacimiento: ejecutar al bebé después del nacimiento", afirmó, en la que quizá fue su acusación sin fundamento más atroz.
Trump, de 78 años, es ahora el candidato a la presidencia de mayor edad en la historia, y se esfuerza por reorientar unas elecciones contra alguien dos décadas más joven que él, después de haber esperado enfrentarse a Biden, de 81 años.
La semana pasada, la exestrella de la telerrealidad parecía tener todo bajo control al aceptar la nominación presidencial en la convención republicana, días después de sobrevivir a un intento de asesinato.
En su intento por convertirse en la primera mujer en presidir Estados Unidos, Harris tiene la tarea de montar rápidamente una campaña contra un rival que ha estado en campaña de reelección casi permanentemente desde que se convirtió en presidente en 2016.
El predecesor de Trump, Barack Obama, se comprometió a apoyar a Harris a primera hora del viernes, cuando las encuestas mostraban que ella estaba recortando la distancia que Trump tenía sobre Biden para convertir la carrera en un empate estadístico.
Horas antes de su discurso, Trump recibió en su mansión de Mar-a-Lago a Netanyahu.
Su encuentro fue mucho más amistoso que el que mantuvieron Netanyahu y Harris el jueves, cuando la vicepresidenta pidió un acuerdo de paz para Gaza.
Este enclave palestino ha sufrido más de nueve meses de operaciones israelíes contra Hamás, que lanzó un ataque en octubre que causó la muerte de 1.197 personas en Israel, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes.
Más de 39.175 palestinos han muerto en la campaña de represalias de Israel, según datos facilitados por el Ministerio de Salud de Gaza, gobernada por Hamás.
I. Johansson--BTZ