Conservadores españoles cierran su crisis con un viraje al centro
El Partido Popular (PP) español confiará el sábado el liderazgo a un político experimentado y moderado para cerrar una guerra interna breve pero cruenta, y devolver al partido al centro para enfrentarse al gobierno de izquierdas y a la extrema derecha.
Alberto Núñez Feijóo, de 60 años, presidente de Galicia (noroeste), es el único candidato en el congreso extraordinario que tendrá lugar en Sevilla (sur) el viernes y el sábado, un signo de la voluntad de aparcar diferencias.
Las cartas de presentación de este político sin estridencias son cuatro victorias consecutivas por mayoría absoluta en su región y haber impedido que el partido de extrema derecha Vox asome la cabeza en su feudo, mientras crecía por todas partes.
Sorteó, además, el escándalo de la aparición de unas fotos en 2013 que revelaban su amistad con el narcotraficante gallego Marcial Dorado, de las que se defendió afirmando que no sabía a qué se dedicaba.
"Aspiramos a ser la referencia de todos los españoles que han confiado alguna vez en nosotros y de los que no lo han hecho nunca", escribió Feijóo en Twitter antes del congreso.
Su veteranía aparece como una ventaja, si se tiene en cuenta que la crisis la propició el enfrentamiento entre dos jóvenes estrellas del PP: Pablo Casado, el jefe saliente del PP de 41 años, e Isabel Díaz Ayuso, la presidenta regional de Madrid, dos años mayor que él.
Casado acusó en público a su correligionaria de haber permitido que su hermano se lucrara con contratos públicos de compra de mascarillas durante la pandemia de coronavirus.
Las dudas sobre su liderazgo y la animadversión que despertaban los métodos de su mano derecha, Teodoro García Egea, hicieron que le abandonaran hasta en su entorno más cercano, y acabara perdiendo el duelo planteado a una subordinada.
"Ha llegado el momento de iniciar una nueva etapa", explicó Esteban González Pons, eurodiputado del PP, llamado de urgencia a España para organizar este congreso.
- Aprovechar el desgaste del gobierno -
La elección de Sevilla es una coincidencia simbólica, porque fue ahí donde, en 1990, Manuel Fraga Iribarne, un ex ministro franquista, cedió el liderazgo de la formación que había fundado tras la dictadura al joven José María Aznar.
Luego, el PP gobernó España entre 1996-2004 con Aznar y entre 2011-2018 con Mariano Rajoy.
Ambos intervendrán en el congreso extraordinario, que el sábado investirá a Feijóo antes de cederle la palabra en su primer discurso como presidente.
El tiempo hasta las elecciones -previsiblemente a finales de 2023- será de desgaste para el gobierno de coalición de izquierdas presidido por el socialista Pedro Sánchez, por culpa de la carestía de los alimentos, los combustibles y la luz, y la incertidumbre mundial por la guerra en Ucrania.
El panorama nacional "puede llegar a complicarse", explicó Ana Sofía Cardenal, profesora de ciencias políticas de la UOC (Universidad Abierta de Cataluña).
"La inflación y las subidas de precios pueden afectar aún de forma más directa a los bolsillos de los ciudadanos, mientras los salarios están estancados", recordó Cardenal.
En ese contexto, Feijóo, "que se sitúa en una posición más centrada, podría arañar votos en el centro, centro-izquierda", sostuvo la analista.
- La amenaza de Vox -
El flanco derecho se ha convertido en un dolor de cabeza para el PP, que ha visto cómo Vox pasaba, en ocho años de vida, a tener 52 diputados, mientras ellos caían de los 186 a los actuales 88 (de un total de 350).
El ascenso de un partido de extrema derecha euroescéptico y ultranacionalista llegó tarde a España, pero Vox "a diferencia del Frente Nacional francés, La Lega italiana, o Alternativa por Alemania, es una escisión del PP", lamentó una alta fuente del partido bajo anonimato, aludiendo a la antigua militancia en el PP de los fundadores de la formación de extrema derecha.
"Uno no pierde la esperanza de recuperar a una parte que se le marchó", añadió esta fuente, que abogó por evitar imitaciones.
"Creo que en los últimos tiempos, nuestro discurso estuvo en el marco semántico de Vox", lamentó.
Ahora se trata de "atraer a las bases centristas que llevaron al poder a Aznar y a Rajoy", dijo a la AFP Ernesto Pascual, doctor en ciencias políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Feijóo debe "intentar un discurso que explique que irse hacia el extremisno no va a permitir mayorías de gobierno", sentenció Pascual.
Todo ello pese que el PP podría necesitar, según sondeos recientes, del apoyo de Vox para conseguir gobernar a nivel nacional y que acaba de aceptar, con el beneplácito de Feijóo, que la formación de extrema derecha entre por primera vez en un gobierno regional, en Castilla y León.
A. Madsen--BTZ