Turistas rusos bloqueados en Turquía por la guerra en Ucrania
Anton Gavrilov había reservado sus vacaciones en Antalya, al sur de Turquía. Mientras tanto su país, Rusia, invadió Ucrania y este treintañero ya no puede usar sus tarjetas de crédito y no sabe cuándo podrá volver a casa.
Por el momento está en una tumbona en la playa, disfrutando del sol del Mediterráneo junto a su familia, lejos de los rigores del invierno.
Pero las vacaciones se convierten en un rompecabezas para los turistas rusos que ya no pueden usar sus tarjetas de crédito y no saben si su compañía aérea podrá llevarlos de vuelta.
Poco después del inicio de la ofensiva rusa contra Ucrania, decenas de países cerraron su espacio aéreo a los aviones rusos.
No es el caso de Turquía, que mantiene por el momento los vuelos a Moscú. Solo la compañía turca de bajo coste, Pegasus, anunció que suspenderá los vuelos a Rusia "hasta el 27 de marzo".
Pero la Unión Europea y Canadá prohibieron la exportación de piezas y equipos aeronáuticos y, sobre todo, los principales fabricantes, Airbus y Boeing, suspendieron el mantenimiento de los aviones.
- Sistema Mir -
Anton también está preocupado por sus gastos ya que Visa y Mastercard suspendieron el uso en el extranjero de las tarjetas de crédito emitidas en Rusia.
El sistema Mir, una estructura rusa de transferencia de dinero electrónico, sigue funcionando. ¿Pero por cuánto tiempo?
Por otra parte, el rublo se derrumbó -al igual que las economías de Anton- bajo el efecto de las sanciones occidentales y el joven padre de familia teme que estas vacaciones en Antalya sean las últimas por un buen tiempo.
Incluso en invierno, Antalya nunca recibe menos de 100.000 turistas rusos, su destino favorito en Turquía.
En el vestíbulo de un hotel Margarita Sabatnikaya, de 31 años, comparte la misma incertidumbre que Anton. "No sabemos cómo vamos a mantenernos". Porque el rublo se desploma pero el precio de los billetes de avión explota, hasta alcanzar 400 euros el vuelo de vuelta a Rusia, más del doble del precio anterior.
En estas condiciones, los hoteleros de Antalya temen una avalancha de cancelaciones para la temporada de verano que comienza en mayo.
Algunos especialistas del sector esperan que entre los miles de rusos que han huido de Turquía desde el inicio del conflicto, algunos opten por establecerse temporalmente en la costa.
Pero más que los rusos, los turistas ucranianos -2 millones de visitantes en Turquía el año pasado- probablemente falten este verano en las playas de Antalya.
Olga está atrapada aquí. "Llegamos a principios de febrero para unas vacaciones. Deberíamos haber vuelto dos días después del comienzo de la guerra pero ya no hay vuelos", confiesa esta treintañera ucraniana, que vino en familia y que pide reserva de su apellido.
Con los rasgos preocupados, observa las noticias en la televisión. "No nos queda mucho dinero. No sabemos qué hacer", suspira.
Barbaros Duzgun, agente de viajes y guía de habla rusa en Antalya, se pregunta si rusos y ucranianos podrán seguir conviviendo en los mismos lugares de vacaciones.
"En el pasado dábamos la bienvenida a turistas rusos y ucranianos que llegaban en los mismos barcos, los mismos autobuses. ¿Cómo haremos ahora si reservan un viaje en el mismo autobús?", se pregunta.
S. Sokolow--BTZ