El jefe del gobierno israelí realiza una histórica visita a Baréin
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, inició este lunes una visita oficial a Baréin, la primera de un jefe de gobierno israelí a este país árabe del Golfo considerado estratégico para contrarrestar la influencia de Irán en la región.
Benette aterrizó por la noche en el aeropuerto de Manama y el martes se reunirá con altos responsables bareiníes, incluido el rey Hamed bin Isa al Jalifa, precisó la oficina del primer ministro.
Baréin y Emiratos Árabes Unidos, cercanos aliados de Estados Unidos, fueron los primeros Estados del Golfo en normalizar sus relaciones con Israel en septiembre de 2020.
En las últimas semanas, Bennett y el presidente israelí, Isaac Herzog, ya visitaron Emiratos.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, fue en febrero a Baréin para firmar un acuerdo "de defensa" con este país, donde está el cuartel general de la quinta flota estadounidense, en las costas del Golfo, a tan solo unos centenares de kilómetros de Irán, en una zona marítima por la que transitan normalmente petroleros.
Antes de que despegara su avión del aeropuerto de Tel Aviv, Bennett apuntó que era "importante, particularmente en estos tiempos tumultuosos, que desde esta región enviemos un mensaje de buena voluntad, de cooperación, de unidad contra desafíos comunes".
- "Amenazados" -
La visita de Bennett se produce en un momento en que Estados Unidos impulsa un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear iraní, en negociaciones en Viena.
Israel se opone a este acuerdo y en enero, sus autoridades recalcaron que no se sentirán "obligados por este pacto y mantendrán una total libertad de acción".
"Baréin e Israel están amenazados desde hace años por las acciones de Irán. Hay una rebelión en Baréin apoyada por Irán (...) y del lado israelí, está el Hizbulá en la frontera norte (Líbano) y el Hamás en el sur (Gaza)", resumió Dore Gold, director del Jerusalem Center for Public Affairs.
"Nuestros dos países tienen graves problemas con la política iraní", agregó Gold, un especialista de las relaciones entre Israel y el Golfo, cuyo instituto firmó un partenariado con el centro de investigación bareiní Derasat.
"En este momento de discusiones en Viena (el acercamiento con Baréin) es una demostración de fuerza, simbólica, que muestra que nuestros dos países trabajan juntos", dijo Yoël Guzansky, analista en el Instituto para los estudios de seguridad nacional (INSS, por sus siglas en inglés), de Tel Aviv.
Después del acuerdo de defensa firmado con Baréin, Israel deberá enviar un oficial de la Armada en ese país.
Pero al mismo tiempo, Baréin no "quiere ser visto como una base militar israelí en el Golfo" y debe lidiar con "vivas reacciones" por la normalización de sus relaciones con Israel, precisó Guzansky.
Baréin, dirigido por una dinastía sunita, es un país de mayoría chiita, una rama del Islam que domina en Irán. En 2011, vivió un importante levantamiento popular, que fue rápidamente reprimido.
A. Walsh--BTZ