EEUU escéptico sobre si visita de Macron a Rusia ayudó a aliviar la crisis de Ucrania
La visita del presidente francés, Emmanuel Macron, a Moscú esta semana provocó comentarios cautelosamente optimistas sobre la posibilidad de alejar la amenaza de una invasión rusa a Ucrania, pero Estados Unidos se muestra escéptico.
Macron se reunió el lunes con su par ruso Vladimir Putin para tratar de aliviar la crisis en la frontera entre Rusia y Ucrania, pero Washington se mostró escéptico sobre lo que los países europeos consideran un avance para evitar la guerra.
Los funcionarios estadounidenses expresaron abiertamente sus dudas sobre las garantías de que no habrá una nueva escalada rusa que Macron dijo haber obtenido de Putin.
Rusia ahora tiene más de 100.000 efectivos, armas y otros pertrechos acumulados en la frontera con su vecino pro-occidental, y Estados Unidos y los países europeos temen una invasión.
"Ciertamente, si hubiera un progreso diplomático, lo agradeceríamos, pero lo creeremos cuando lo veamos con nuestros propios ojos en la frontera", dijo el martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
El día después del viaje de Macron, como para minimizar cualquier promesa que Moscú pudiera haberle hecho a Francia, el Pentágono dijo que Rusia continuaba reforzando sus fuerzas en la frontera.
El jueves, Moscú desplazó sus tanques por Bielorrusia para realizar unos ejercicios con fuego real que provocaron una ominosa advertencia de la OTAN. También envió seis buques de guerra a través del Bósforo para maniobras navales planificadas en el Mar Negro y el vecino Mar de Azov.
La subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, dijo a MSNBC el jueves que las maniobras militares realizadas en Bielorrusia por fuerzas de ese país y rusas equivalen, "desde nuestro punto de vista, a una escalada, no una desescalada".
- Mensajes coordinados -
Al principio, Washington evitó en gran medida comentar la visita de Macron a Moscú, argumentando que quería escuchar los pormenores directamente del presidente francés.
Eso cambió parcialmente el miércoles cuando el presidente Joe Biden habló por teléfono con Macron y sus ministros de Relaciones Exteriores hicieron lo propio el jueves.
Las declaraciones estadounidenses publicadas a posteriori dijeron muy poco.
Un comunicado de la Casa Blanca simplemente señaló que ambos mandatarios habían hablado sobre las reuniones de Macron en Rusia y también Ucrania.
El Departamento de Estado ni siquiera aludió a la visita de Macron.
En una declaración, se refirió de manera más amplia a "los esfuerzos conjuntos de los aliados de la OTAN, los socios de la UE, los miembros del G7 y otros socios para abordar la continua acumulación militar de Rusia en la frontera con Ucrania".
Aún así, Estados Unidos afirma que existe una coordinación sin precedentes con sus aliados en esta crisis, y los diplomáticos franceses y otros europeos están de acuerdo: Biden y Macron hablaron por teléfono tres veces en ocho días.
"Estados Unidos saluda estas iniciativas porque permiten enviar más mensajes a Moscú, en la medida en que se coordinen de antemano y no haya disonancia entre los aliados", dijo Pierre Morcos, investigador francés del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.
Los países occidentales se muestran unidos en la amenaza de severas sanciones económicas si Rusia invade Ucrania, aunque -dijo Morcos- "París intenta enfatizar la vía diplomática e invertir todo lo que puede en ella".
"Por ahora, Estados Unidos apoya con cautela el esfuerzo diplomático de Macron. Pero el escepticismo es alto, ya que Washington cree que Putin está decidido a invadir de cualquier manera", escribió Celia Belin, una investigadora francesa del centro de análisis estadounidense Brookings Institution.
En un artículo publicado el jueves en el sitio web de la revista Foreign Affairs, Belin dijo que "a diferencia de Estados Unidos y otras potencias occidentales, Macron ha sugerido que los reclamos de Rusia para discutir sus necesidades de seguridad son 'legítimos'."
Agregó que ello refleja el deseo francés de un diálogo renovado con Rusia y una remodelación de la arquitectura de la seguridad en Europa para que dependa menos de Estados Unidos.
Pero Macron, dijo Belin, "debe andarse con cuidado para no dar la impresión de estar abriendo una brecha entre los aliados en un momento en que la unidad es la mejor disuasión contra Rusia".
L. Andersson--BTZ