Erdogan viaja a Kiev para intentar una mediación sin ofender a Putin
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan viaja este jueves a Kiev para intentar una mediación entre su aliado ucraniano y Rusia que evite un conflicto potencialmente dañino para su país.
Tratando de no ofender al presidente ruso Vladimir Putin, con quien mantiene una respetuosa relación, Erdogan se reunirá con su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski, cuyo país se siente amenazado por el despliegue de 100.000 soldados rusos en su frontera.
En el poder desde hace casi 20 años, el dirigente turco quiere aprovechar la crisis de Ucrania para recuperar prestigio en la escena internacional en un momento de dificultades internas por la grave crisis económica del país.
Para ello cuenta con su pertenencia a la OTAN y sus buenas relaciones con Kiev, importante socio comercial de Ankara, pero también con su relación privilegiada con Putin a pesar de sus discrepancias en varios conflictos internacionales.
"Como miembro de la OTAN, no queremos una guerra entre Rusia y Ucrania, sería un mal augurio para la región", dijo este fin de semana Erdogan, pidiendo una "solución pacífica" a la crisis.
Antes, ofreció una reunión entre los dirigentes ruso y ucraniano en Turquía. "Podemos abrir el camino para un regreso de la paz", dijo.
Por ahora, Putin agradeció a Erdogan su invitación, pero indicó que responderá "cuando la pandemia y su agenda lo permitan".
Ucrania es uno de los dosieres sensibles entre Moscú y Ankara.
Turquía respalda el ingreso de la antigua república soviética a la OTAN y se opuso firmemente en 2014 a la anexión por parte de Rusia de la península de Crimea en nombre de la protección de su minoría tártara turcófona.
La tensión subió recientemente después de que Putin reprochara a su homólogo turco el suministro a Kiev de drones armados que son usados en el conflicto contra separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
- "Provocaciones" -
El dirigente ruso advirtió en diciembre a Erdogan contra las "provocaciones" de Kiev que, según él, buscan perturbar el alto el fuego en el este de Ucrania mediante el uso en acciones militares de drones de combate turcos.
Estos mismos aparatos tuvieron un papel decisivo para los aliados azerbaiyanos de Turquía en la guerra con Armenia en Nagorno-Karabaj y previamente en Libia, conflictos en los que Moscú y Ankara respaldaban bandos enfrentados.
En los últimos días se multiplicaron las visitas de líderes occidentales al presidente ucraniano que, el miércoles, aseguró no querer otra cosa "que la paz" pero reivindicó su derecho a defenderse ante el riesgo de invasión rusa.
El gobierno ucraniano teme que este ruido de sables ahuyente inversiones que la economía nacional necesita urgentemente.
Erdogan participará en un foro económico en Kiev en el que los dos dirigentes deben anunciar un acuerdo de libre comercio entre ambas economías, que alcanzaron un nivel de intercambios de 6.000 millones de dólares en los primeros once meses de 2021.
El dirigente turco necesita también lucirse en el terreno diplomático para superar el mal momento de su gobierno a menos de 18 meses de las elecciones presidenciales de 2023.
"Ankara busca mantener relaciones estrechas con Moscú y Kiev", indicó a AFP Aaron Stein, director del programa Medio Oriente del Instituto de Investigación sobre Política Extranjera.
"En el contexto actual, Erdogan se centra en lo que su gobierno sabe hacer: proponer una mediación", añadió.
También le puede permitir recuperar el prestigio perdido en la OTAN desde que compró el sistema de misiles ruso S-400.
Pero aunque Erdogan intente mostrar que entiende las "preocupaciones razonables" de Rusia ante la expansión de la alianza transatlántica, los analistas opinan que Moscú no está interesado en su mediación, sino en ser tratado como un igual por Washington.
L. Solowjow--BTZ