Sauditas cerca de la frontera con Yemen aprenden a vivir bajo los ataques de los hutíes
Los recientes ataques de los hutíes en Emiratos Árabes Unidos han perturbado la tranquilidad en este rico Estado del Golfo. Pero en Jizán, en el suroeste de Arabia Saudita, la población ya está acostumbrada desde hace tiempo a los ataques de los rebeldes del vecino Yemen.
"Las dos o tres primeras veces era extraño ya que esto no suele ocurrir en Arabia Saudita. Pero luego se convirtió en normal", cuenta a la AFP una residente de Jizán, bajo anonimato.
Vestida con una abaya, una túnica tradicional negra, esta treintañera habla de "ruidos de explosión" que a veces hacen "temblar la casa". Luego "seguimos con nuestra vida como si nada hubiera pasado", señala.
En esta región del extremo suroeste, en la frontera con Yemen, los drones y los misiles balísticos disparados por los hutíes, contra aeropuertos e infraestructuras petroleras, son en su mayoría interceptados por el ejército saudita. Pero a veces causan víctimas y daños.
Estos ataques son una respuesta de los rebeldes a la intervención de Arabia en Yemen desde 2015, al frente de una coalición militar para apoyar a las fuerzas gubernamentales contra los hutíes, respaldados por Irán, el gran rival regional de Riad.
Según la ONU, la guerra en Yemen ha causado cientos de miles de muertos y ha hundido el país en una de las peores crisis humanitarias del mundo.
En Jizán, dos personas murieron y otras siete resultaron heridas en diciembre en el primer ataque mortal reivindicado por los rebeldes en el reino saudita en más de tres años. Esta semana, otro ataque dejó dos heridos.
A mediados de enero, Emiratos, que también forma parte de la coalición militar, fue objeto del primer ataque mortal perpetrado por los hutíes en su territorio, causando tres muertos.
- "Dormir tranquilamente" -
"Al principio, teníamos miedo y los ruidos de las explosiones nos estresaban", dice a la AFP un joven saudita de Jizán, que requirió el anonimato. "Con el tiempo, hemos aprendido a dormir tranquilamente", asegura.
En la pared de un gran edificio adyacente, en una pancarta se puede leer: "Dios, haz que este país sea seguro", con imágenes del rey Salmán y el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, artífice de la intervención saudita en Yemen.
En diciembre, la coalición antihutí afirmó que los rebeldes, que controlan la capital Saná desde 2014 y gran parte del norte de Yemen, habían lanzado más de 850 drones en Arabia Saudita desde 2015. En total, han fallecido 59 civiles sauditas.
Pero "no hay por qué tener miedo, el ejército está en alerta las 24 horas del día y nuestro equipamiento militar está listo", estima otro joven vecino de Jizán.
Pero en Yemen, el conflicto se ha recrudecido estas últimas semana.
Un ataque de la coalición causó al menos 14 muertos en Saná la semana pasada. La ONU y las oenegés acusan también a la alianza militar de haber atacado una cárcel controlada por los rebeldes en Saada (norte), donde murieron 70 personas.
O. Larsen--BTZ