La coalición saudita niega ser responsable del bombardeo mortal en Yemen
La coalición militar liderada por Arabia Saudita en Yemen negó el sábado su responsabilidad en el ataque aéreo que la víspera mató a al menos 70 personas y dejó un centenar de heridos, en una prisión gestionada por los rebeldes hutíes.
Desde 2015, Arabia Saudita lidera una coalición que apoya a las fuerzas progobierno yemeníes frente a los hutíes. Estos rebeldes, afines a Irán y que controlan gran parte del norte del país, acusaron del bombardeo a la coalición, que controla el espacio aéreo de Yemen.
En más de siete años de guerra, todas las partes en el conflicto han sido acusadas de "crímenes de guerra" por expertos de las Naciones Unidas.
Cuestionada por múltiples "errores", la coalición militar los reconoce pero a su vez acusa a los insurgentes de utilizar a los civiles como escudos humanos.
Durante varios años, la ONU intentó en vano poner fin a este conflicto devastador que, según ella, causó 377.000 muertos y condujo a una población de 30 millones de habitantes al borde de una hambruna a gran escala.
El ataque contra una prisión de Saada, feudo de los hutíes en el norte, mató a al menos 70 personas e hirió a 138, según la ONG Médicos sin Fronteras (MSF), que denunció un ataque "horrible".
Este balance sólo se refiere a un hospital de Saada, "otros dos establecimientos también recibieron numerosos heridos y las búsquedas en los escombros continúan", añadió MSF.
Ocho oenegés, entre ellas Acción contra el Hambre, Oxfam y Save the Children, indicaron en un comunicado conjunto que entre los muertos figurarían migrantes, denunciando una "indiferencia flagrante" por la vida de los civiles.
La coalición, de la que forman parte los Emiratos Árabes Unidos, negó haber atacado el centro de detención de Saada y denunció un acto de "desinformación" por parte de los hutíes.
En un comunicado, citado por la agencia de prensa oficial saudita SPA, la alianza militar antirrebeldes declaró que había examinado esas alegaciones, antes de concluir que eran "falsas".
Los hutíes difundieron un video, que supuestamente mostraba las consecuencias del ataque de Saada, en el que se ven edificios destruidos y socorristas arrojando cadáveres mutilados.
Estados Unidos llamó el viernes a la "distensión", mientras que el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó "los ataques de la coalición dirigida por Arabia Saudita" y reclamó "investigaciones eficaces".
Irán también condenó los ataques y advirtió que esos bombardeos harían "más difícil" el proceso de paz en Yemen.
- Internet cortado -
Por otro lado, el jueves, la coalición confirmó que atacó la ciudad portuaria de Hodeida, en manos de los hutíes. Por allí pasa la mayor parte de la ayuda internacional destinada al país, que enfrenta una de las peores crisis humanitarias del mundo.
Al menos tres niños murieron mientras "jugaban en un campo de fútbol cercano cuando cayeron los misiles", según la ONG Save the Children.
La coalición declaró que había atacado Hodeida porque es un "centro de piratería y delincuencia organizada".
Después del asalto, internet se cortó en el país y este sábado todavía no había sido restablecido.
En Arabia Saudita, la Fuerza de Defensa Antiaérea interceptó y destruyó el viernes por la noche un misil lanzado desde Saada hacia la región de Khamis Mushait (sur), que, según la coalición, alberga una gran base aérea.
Las incursiones de la coalición se han intensificado en los últimos días en Yemen, después de que los hutíes reivindicaran unos ataques en Abu Dabi, capital de Emiratos, en los que murieron tres personas.
El país del Golfo había advertido que respondería.
El 3 de enero, los hutíes secuestraron un buque con pabellón de Emiratos en el Mar Rojo, lo que agravó aún más las tensiones, en tanto la coalición avanza en las provincias disputadas.
Posteriormente, la coalición advirtió que bombardearía los puertos de Hodeida que, según ella, habían sido militarizados por los rebeldes y sus socios iraníes.
U. Schmidt--BTZ