Nuevas manifestaciones de agricultores españoles en el centro de Madrid
Varios cientos de agricultores españoles, algunos con tractores, se manifestaron de nuevo el domingo en el centro de Madrid para denunciar las dificultades del sector y las obligaciones burocráticas y medioambientales a las que, según ellos, se enfrenta la profesión.
Los agricultores acudieron al llamamiento del sindicato Unión de Uniones y desfilaron al son de cláxones y silbatos desde el ministerio para la Transición Ecológica hasta el de Agricultura, tras una pancarta en la que estaba escrito "No somos delincuentes".
Según la delegación del gobierno en Madrid, 450 personas y unos 80 tractores participaron en la manifestación. Estas cifras se alejan mucho de las previstas inicialmente por los organizadores, que esperaban unos 1.500 tractores y 10.000 manifestantes.
La concentración, la cuarta en la capital española desde el inicio del movimiento europeo de protesta agrícola a mediados de enero, se produce después de que Bruselas propusiera el viernes revisiones legislativas para suavizar drásticamente las normas medioambientales de la Política Agrícola Común de la Unión Europea (PAC).
Estas flexibilizaciones, que afectan entre otras el barbecho, han sido criticadas por las oenegés ecologistas pero fueron bien acogidas por el gobierno español de izquierdas, cuyo ministro de Agricultura saludó una "simplificación" acorde con las demandas de España.
"Nos enfrentamos a una pila de burocracia que nos hace estar más en oficina que en granja, y ahora nos imponen exigencias que muchas granjas pequeñas y medianas no vamos a poder asumir", denunció el domingo Unión de Uniones.
Esta crítica fue ampliamente secundada por los manifestantes, como Marcos Baldominos, que partió a las 05H00 de la mañana de Pozo de Guadalajara, a 50 km al este de Madrid, en su tractor decorado con una guillotina falsa, símbolo de las exigencias de la PAC.
"Nos están machacando con normativas europeas, da la impresión de que nos quieren cortar el cuello", aseguró a la AFP este agricultor de Castilla-La Mancha, temiendo por el futuro de su explotación, que sus hijos decidieron no retomar por falta de perspectivas.
"Cada vez vemos menos rentabilidad en esto. Queremos que nos dejen un poco trabajar, no que nos impongan todo lo que hay que hacer, todo lo que hay que cultivar", añadió.
A. Lefebvre--BTZ