Uruguay quiere ser un jugador de peso en el mercado del hidrógeno verde
Uruguay impulsa la producción de hidrógeno verde para cumplir con las metas globales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, pero también para crear un nuevo rubro exportador, afirman autoridades.
El gobierno uruguayo firmó el martes en Bruselas, durante la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), un memorando de entendimiento con la UE sobre energías renovables e hidrógeno verde.
"Tanto Europa como Uruguay quieren ser climáticamente neutrales para 2050. El acuerdo de hoy sobre energía nos ayudará a llegar allí, juntos. También apoyará el desarrollo del hidrógeno verde, una industria estratégica para el futuro de Uruguay", tuiteó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El memorando recalcó que las inversiones en este sector "deben cumplir la legislación medioambiental" y "tener debidamente en cuenta" la protección de los sistemas hídricos, según un comunicado de la UE.
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, anunció el mes pasado que Uruguay recibirá la mayor inversión de su historia, unos 4.000 millones de dólares, de una multinacional con sede en Estados Unidos, HIF Global, para producir combustibles sintéticos a base de hidrógeno verde destinados a Europa.
"En la economía del hidrógeno, que está naciendo en el mundo, Uruguay puede generar una rol de liderazgo porque puede generar energía renovable de magnitud mucho mayor que su demanda propia", explicó a la AFP el ministro de Industria y Energía, Omar Paganini.
En 2022, el 91% de la generación de electricidad en el país provino de fuentes renovables: 39% hidroeléctrica, 32% eólica, 17% biomasa y 3% solar. Del total de abastecimiento de energía, la participación de las fuentes de origen fósil fue de apenas 44%, muy por debajo del promedio mundial.
- "Exportar sol y viento" -
"La transición energética en Uruguay ya comenzó hace años", dijo a la AFP Alejandro Stipanicic, presidente de la empresa estatal de combustibles Ancap. "Por eso decimos que queremos exportar sol y viento, en lugar de importar fósiles".
El hidrógeno verde es el obtenido por electrólisis del agua a partir de energías renovables.
Uruguay cuenta además con abundante CO2 biogénico que, combinado con hidrógeno verde, permite producir 'e-fuels' o combustibles sintéticos.
Eso es lo que Ancap ofreció a los inversores: aprovechar el CO2 biogénico de su planta de etanol en Paysandú, a 400 km al noroeste de Montevideo.
Ganó la licitación HIF Global, que en diciembre empezó a producir combustibles sintéticos en Chile a partir de CO2 capturado de la atmósfera.
"El combustible sintético es químicamente equivalente al derivado del petróleo. Eso tiene una gran ventaja y es que no requiere cambio de infraestructura", explicó a la AFP Martín Bremermann, representante de HIF Global.
Entre los accionistas de HIF Global está el fabricante de automóviles alemán Porsche.
Paganini estimó que la producción de HIF Global en Uruguay comenzaría en 2027.
- ¿Agua amenazada? -
El gobierno uruguayo prevé que para 2040 el sector del hidrógeno verde y sus derivados tenga una facturación anual de 2.100 millones de dólares (un 2% del PIB proyectado).
Además de la planta de HIF Global en Paysandú, en Uruguay hay otras dos iniciativas de hidrógeno verde al norte del país: un plan piloto en Paso de los Toros, asociado a la megaplanta de celulosa de la finlandesa UPM, y un proyecto en Tambores de la alemana Enertrag y la uruguaya SEG Ingeniería.
Pero algunos temen que esta nueva industria agote un recurso clave: el agua.
En febrero, vecinos de Tambores presentaron un recurso ante la Corte Suprema de Justicia por considerar que se promueve el "extractivismo" del agua.
Uruguay es uno de los pocos países que consagra en su Constitución el acceso al agua como un derecho humano.
Paganini descartó un riesgo de escasez de agua, en un momento de especial sensibilidad en el país, que atraviesa una sequía histórica que afectó el suministro de agua potable a la capital, Montevideo.
En el caso de Paysandú, el proyecto de mayor porte, se tomarán "unos 1.200 m3 diarios del río Uruguay, que tiene unas 500 veces ese caudal", aseguró.
S. Sokolow--BTZ