Los agricultores en Afganistán sufren una plaga de langostas que arrasa sus cultivos
Cientos de miles de langostas invadieron los cultivos del norte de Afganistán ante la mirada impotente de los agricultores y sus familias, que ya vivían acechados por la hambruna.
En la remota aldea de Kandali, en la provincia de Balj, que es una de las ocho zonas más afectadas, un enjambre de insectos invadió un sembradío, devoró la cosecha y puso sus huevos con lo que frustró cualquier intento de los agricultores de exterminarlos.
Esto perpetúa el ciclo de destrucción en un país donde nueve de cada diez familias tiene dificultades para comprar alimentos, según la ONU.
"Se comen cualquier cosa que sea verde: trigo, arvejas, sésamo", contó a AFP Baz Mohamad, representante de esta localidad. "Caminamos hambrientos para matar a las langostas. Si no las matamos nuestra agricultura va a quedar en la ruina", se quejo.
Los agricultores desesperados utilizan redes para intentar frenar esta plaga de langostas, intentando enterrarlas después en trincheras, pero siguen multiplicándose.
Este año, las langostas podrían destruir 1,2 millones de toneladas de trigo, equivalentes a cuarto de la cosecha anual, advirtió la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Las pérdidas podrían alcanzar los 480 millones de dólares, estimó la organización.
Afganistán enfrenta el tercer año consecutivo de sequía y los agricultores de Kandali señalaron que no ha llovido desde marzo, algo que podría haber barrido a los insectos.
En un comunicado publicado el mes pasado, el representante de la FAO para Afganistán, Richard Trenchard, explicó que las condiciones son "perfectas" para una invasión debido al pastoreo excesivo, la sequía y la existencia de medidas de control muy limitadas.
Las últimas dos invasiones de gran magnitud, hace 20 y 40 años, respectivamente, le costaron al país cerca del 8% y del 25% de su producción, respectivamente.
- Lo peor está por venir -
El director del control de las langostas de la sede provincial del ministerio de Agricultura, Sifatulá Azizi, dijo que 7.000 hectáreas fueron tratadas con químicos y con métodos manuales, pero que esto no es suficiente.
"Nosotros actuamos con los medios que tenemos. Pero para erradicarlas se necesita un presupuesto, hay que contratar trabajadores, pagar la gasolina, los productos", explicó a AFP.
La economía de Afganistán está en ruinas tras décadas de conflicto y ahora la situación se agudizó después de que la donación de miles de millones de dólares en ayuda internacional fuera suspendida desde que los talibanes retomaron el poder en agosto de 2021.
El derrumbe de la economía local arrastró a la pobreza a un 85% de la población, según el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
"Afganistán tenía un sistema de control de las langostas muy sólido, pero quedó lastrado en los últimos años", señaló Trenchard.
La FAO advirtió que si no se trata la plaga actúan la población de langostas podría multiplicarse por 100 el próximo año.
Abdul Raqib Kazimi produce lo justo para dar sustento a los 16 miembros de su familia. Este agricultor estima que entre un 60 y un 70% de sus cultivos fueron destruidos.
"Necesitamos alimentarnos, si no hay trigo, no hay harina", afirmó. "Estoy muy preocupado de que estas langostas estén poniendo huevos en la zona y que el próximo año vuelvan a estar fuera de mi control", contó.
Y. Rousseau--BTZ