Combates "activos" en el sur de Ucrania, en medio de expectativas sobre una contraofensiva
Combates "activos" arrecian este viernes en la región de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, dijo un responsable de la ocupación rusa, en lo que según los observadores podrían ser las primeras señales de una gran contraofensiva de Kiev.
"En este momento se reanudaron los combates activos en la región Orejovo (el nombre ruso de Orijiv) y Tokmak", a la altura de la actual línea de frente entre las fuerzas rusas y ucranianas, dijo Vladimir Rogov en Telegram.
El responsable no dio más detalles, pero según Alexander Sladkov, un corresponsal de la televisión pública rusa, "las artillerías" rusa y ucraniana están activas, y las tropas de Kiev se encuentran a la ofensiva.
"Están en curso combates duros y prolongados", escribió al amanecer este periodista en Telegram, donde tiene más de un millón de seguidores. "El enemigo realiza esfuerzos increíbles, ataques. En vano. Los nuestros resisten. La línea de frente está preservada", aseguró.
Estas informaciones no podían ser verificadas en lo inmediato por fuentes independientes.
El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, dijo la víspera que sus tropas habían repelido una ofensiva ucraniana en la región de Zaporiyia en la noche del miércoles al jueves, sin dar el lugar preciso del ataque.
Por su parte, el jefe del grupo paramilitar ruso, Yevgueni Prigozhin, afirmó que entreveía en estas últimas "acciones ofensivas" confirmadas por Kiev "el inicio de una contraofensiva", que el ejército ucraniano anuncia desde hace meses para recuperar territorios controlados por Moscú.
- Silencio de Kiev -
El ejército ucraniano no hizo mención a estos combates en su informe diario publicado el viernes por la mañana.
"El adversario permanece a la defensiva", escribió en Facebook el mando ucraniano, en un mensaje sobre el frente en la región de Zaporiyia.
El ejército ucraniano informó, no obstante, de que había derribado en la noche cuatro misiles X-101/X-55 y 10 drones, de los más de 20 misiles disparados por Rusia contra "instalaciones militares e infraestructuras críticas".
Según los observadores, el ejército ucraniano busca avanzar en la región de Zaporiyia hacia Tokmak, 40 km al sur de Orijiv, un centro logístico para las fuerzas rusas y última localidad importante junto a las ciudades de Melitópol y Berdiansk, en el mar Negro.
El Estado Mayor ucraniano mantiene un perfil bajo sobre sus intenciones reales.
En estas últimas semanas, Ucrania ha puesto a prueba las posiciones rusas a lo largo de la línea del frente, del sur al este, una manera, según los expertos, de sembrar la incertidumbre antes de llevar a cabo un ataque decisivo.
Más en el interior del territorio ruso, en la ciudad de Voronezh, a unos 200 km de la frontera con Ucrania, dos personas resultaron heridas este viernes al estrellarse un dron contra un edificio de viviendas, indicaron las autoridades locales.
Es el primer incidente de este tipo en Voronej, una ciudad de más de un millón de habitantes cercana a la región de Belgorod, fronteriza con Ucrania y blanco de bombardeos desde hace semanas.
- Leve descenso del agua en Jersón -
En la región de Jersón, vecina de la de Zaporiyia, las consecuencias de las inundaciones tras la destrucción de la represa de Kajovka, en el río Dniéper, todavía eran muy visibles el viernes.
En la ciudad de Jersón, el nivel del agua empezaba a bajar "por primera vez", según Laura Musiyan, del centro meteorológico local.
"Si ayer el agua estaba a 5 metros por encima del nivel normal, hoy está a un nivel inferior", dijo a la AFP.
"Es una muy buena tendencia", añadió, cuatro días después de la destrucción de la represa de Kajovka, situada a unos 70 km más arriba. La irrupción del agua en la zona obligó a miles de civiles a abandonar sus casas y las autoridades temen un impacto devastador en la fauna y la flora.
Pero la situación sigue siendo compleja en otras localidad alrededor de Jersón, como en Chornobaivka, donde la crecida del agua empezó el miércoles.
"El agua ya entró en las casas y las calles. Cada dos horas salgo para ver si el agua sigue subiendo", explica Tatiana Yoenko, una vecina de 45 años.
K. Berger--BTZ