Un millón de niños tibetanos, separados de sus familias
Alrededor de un millón de niños tibetanos fueron separados de sus familias y trasladados a la fuerza a internados, denunciaron tres relatores especiales de la ONU.
"Estamos muy preocupados porque, en los últimos años, el sistema de internados infantiles tibetanos parece actuar como un programa obligatorio a gran escala, destinado a inculcarle la cultura mayoritaria Han a los tibetanos, lo cual va en contra de las normas internacionales en materia de derechos humanos", declararon los expertos, nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas pero que no hablan en nombre de la ONU.
En un comunicado, manifestaron su inquietud por una información según la cual el número de internados dentro y fuera de Tíbet y el número de niños tibetanos que vive en ellos se incrementó considerablemente.
En esos internados, los niños de la minoría tibetana son obligados a seguir un programa de "enseñanza obligatoria" en chino mandarín (putonghua). Además, las escuelas gubernamentales en esa lengua no ofrecen estudios exhaustivos del idioma, la historia o la cultura de la minoría tibetana, indica el comunicado.
"En consecuencia, los niños tibetanos pierden la soltura en su lengua materna y su capacidad de comunicarse fácilmente con sus padres y abuelos en lengua tibetana, lo que contribuye a su asimilación y a la erosión de su identidad", lamentaron los expertos.
En otras regiones chinas también hay internados pero su proporción en las zonas pobladas por la minoría tibetana es mucho mayor, y ese porcentaje ha aumentado en los últimos años, según los relatores.
A nivel nacional, más del 20% de los alumnos están internados, pero según las informaciones transmitidas a los relatores, la gran mayoría de los niños tibetanos reside en un internado, es decir, casi un millón de niños en total.
P. O'Kelly--BTZ