Bolivia autoriza a privados a importar y comercializar combustibles ante la escasez
El gobierno de Bolivia autorizó a privados a importar y comercializar combustibles frente a la escasez que afecta sobre todo a transportistas y agroindustriales, según un decreto que entró en vigencia este jueves.
Desde el 2006, el país compra gasolina y diésel en el mercado internacional y los distribuye a precios subsidiados.
Presionado por la falta de dólares, el gobierno de Luis Arce se vio obligado a dejar en pausa esta política.
"Ahora, personas naturales y empresas privadas podrán importar diésel y gasolina para el mercado interno. Esta medida se hace escuchando al pueblo y con el pueblo", indicó el Ministerio de Hidrocarburos este jueves en X.
La institución precisó que si bien se abre el negocio de importación y comercialización al sector privado, la empresa estatal YPFB continuará con el mismo trabajo ofreciendo sus productos a precios subsidiados.
Según el decreto, el Estado emitirá una reglamentación en cinco días para fijar, entre otros detalles, una franja de precios.
Bolivia compra a países vecinos el litro de gasolina a un promedio de 0,86 dólares y lo vende subsidiado a 0,53 dólares en el mercado interno.
En 2023 destinó 1.100 millones de dólares a estos subsidios y para este año presupuestó 1.408 millones.
Los empresarios han exigido liberar la importación de combustibles ante la prolongada escasez.
La crisis ha provocado largas filas para cargar combustible en las estaciones de servicio. Los empresarios agroindustriales temen una pérdida de cosechas porque la maquinaria agrícola no puede operar sin carburantes.
Economistas consultados por la AFP coincidieron en que el decreto ayudará a descomprimir la situación de carencia de hidrocarburos, si bien los privados importarán a un valor más alto y revenderán más caro que el Estado.
"Hay una buena demanda del sector agroindustrial (...) Al exportador de soja, digamos, no le importará pagar un poco más por el diésel, porque lo que le interesa es no cortar su exportación", dijo Mauricio Medinaceli, exministro de Hidrocarburos.
Pero otros sectores no podrán asumir los altos precios que ofrecerá el sector privado.
"Es más difícil para los transportistas pasar este mayor costo al pasaje, su producto final. Sin duda vamos a ver todavía colas" en las gasolineras para comprar combustibles subvencionados, comentó a la AFP José Luis Evia, exdirector del Banco Central de Bolivia.
En las últimas dos décadas, el crecimiento de Bolivia se sostuvo en los ingresos por la exportación del gas natural, que empezó a decaer en el 2014. Las divisas generadas le permitieron por años subsidiar los combustibles en el mercado interno.
"Hasta este momento, el discurso del gobierno fue que el Estado (...) se hacía cargo del crecimiento económico. Este decreto demuestra que ese ciclo estatista ya estaría por agotarse", concluye Medinaceli.
F. Dumont--BTZ