Científico ruso juzgado en Alemania niega haber espiado el programa espacial europeo
Un científico ruso que trabajaba para una universidad alemana negó tajantemente este jueves, durante su juicio en Múnich, haber espiado el programa espacial europeo Ariane a cuenta de Moscú, en medio de tensiones entre Rusia y los occidentales en torno a Ucrania.
Ilnur Nagaev, de 30 años, era un empleado de la Universidad de Augsburgo (suroeste) y responde ante el Tribunal Superior regional de Múnich, acusado de actuar como "agente de los servicios secretos" para los Servicios de Inteligencia Exterior rusos, SVR, según la fiscalía federal alemana.
La justicia afirma que el acusado recabó informaciones a cuenta de Rusia "en diferentes etapas del desarrollo del lanzador europeo Ariane" y de haber obtenido, a cambio, 2.500 euros (2.800 dólares).
"Nadie me preguntó si deseaba trabajar para los servicios secretos", afirmó el acusado al inicio del proceso. "Si alguien me lo preguntara, le diría inmediatamente que no", añadió.
"Nunca he tenido ningún interés por trabajar como agente de los servicios de inteligencia", insistió, pese a que la acusación sostiene que el SVR contactó con él, como muy tarde, en otoño de 2019.
- "Horror" -
"De hecho, nunca supe de la existencia de esa organización", afirmó en ruso, según unas declaraciones traducidas por su intérprete.
Ilnur Nagaev, que se negó a que le grabaran o fotografiaran antes de que empezara el juicio, declaró haber vivido un auténtico "horror" desde que fue arrestado, el pasado junio, en Alemania. "Mi carrera, mis proyectos, todo se fue al diablo".
Las acusaciones vertidas contra él "parecen de otro tiempo", señaló su abogado, Jens Palupski, quien defendió que los documentos recabados por Nagaev estaban disponibles en internet para cualquier persona.
"Nagaev se encuentra sentado aquí únicamente por haber transmitido unos artículos científicos a los que todo el mundo puede acceder", dijo el abogado. "Podemos partir del principio que los servicios secretos rusos tienen acceso a internet", ironizó.
El hombre está acusado de haberse visto en varias ocasiones con un alto responsable de los servicios de inteligencia exterior rusos, a quien le transmitió, "informaciones sobre proyectos de investigación en el ámbito de la tecnología aeroespacial, sobre todo sobre las diferentes etapas del desarrollo del lanzador europeo Ariane".
La ciudad bávara de Augsburgo es sede de varias empresas subcontratadas del programa Ariane.
Nagaev aseguró que había conocido a uno hombre llamado Strushov "por pura coincidencia" durante una actividad de "rafting" en 2019. Luego, decidieron ir juntos a un mercado de pescado, donde se encontraron con otro hombre que les habló en ruso y que se presentó como Leonid.
"Nunca imaginé que Strushov pudiera ser un agente de los servicios de inteligencia", sostuvo el acusado.
- Expulsión -
Poco después de su arresto, en verano, Alemania expulsó a un diplomático ruso que trabajaba en el consulado de Múnich. El ministerio de Relaciones Exteriores no hizo pública esta decisión pero la confirmó a finales de enero de 2022, después de que el semanario Der Spiegel informara de ella.
El gobierno alemán también declaró a otros dos diplomáticos rusos "persona non grata" después de que un excomandante checheno fuera asesinado en Berlín en 2019. Un crimen que Berlín imputó a Moscú.
El juicio se produce en un contexto de tensiones entre Rusia y los países occidentales, que temen que Moscú esté planeando invadir Ucrania.
El martes, Rusia anunció que empezaba a retirar a sus tropas concentradas en la frontera con Ucrania, y el miércoles dijo que algunas de sus fuerzas en la península ucraniana de Crimea, anexada, también abandonaban la zona tras haber terminado unas maniobras militares.
Los occidentales, que sospechan que Rusia quiere invadir Ucrania, se mantienen escépticos y aseguran que de momento no han visto ninguna prueba de la desescalada.
En los últimos meses, las relaciones entre Rusia y Alemania se vieron empañadas a raíz de unas acusaciones de ciberespionaje vertidas contra Moscú.
Pero lo que más contribuyó al deterioro de las relaciones fue el intento de envenenamiento del opositor ruso Alexéi Navalni en agosto de 2020, que los occidentales imputan al gobierno ruso.
Los servicios de inteligencia rusos registraron en los últimos años un fuerte aumento de su actividad en Europa, según los expertos.
L. Solowjow--BTZ