"¡Cierra la boca!", grita una actriz francesa al director al que acusa de agresión sexual
"¡Cierra la boca!", gritó este martes la actriz Adèle Haenel contra el director Christophe Ruggia, al que acusa de haberla agredido sexualmente entre sus 12 y 14 años, durante un juicio emblemático del #Metoo en Francia.
El tribunal correccional de París juzga desde el lunes al cineasta de 59 años, quien niega las acusaciones. La sentencia se dictará el 3 de febrero.
La fiscalía pidió cinco años de prisión, dos de ellos de obligado cumplimiento, contra Ruggia por agredir sexualmente a la actriz cuando era menor y abrió la puerta a que los cumpla en su domicilio con pulsera electrónica.
La vista de este martes fue tensa.
Cuando el acusado aseguraba ante el tribunal que intentaba protegerla durante sus inicios en el cine, la actriz de 35 años se levantó, golpeó una mesa frente a ella y le gritó: "¡Cierra la boca!". A continuación, abandonó la sala.
Poco antes, Haenel, alejada actualmente del cine y vestida de negro, tomó brevemente la palabra: "Todo el mundo me pide que me lamente de la suerte de Ruggia. ¿Pero a quién le importaba la niña? (...) Nadie ayudó a esa niña".
En 2019, Haenel acusó al director de someterla a un "acoso sexual constante" desde los 12 años, incluyendo "besos forzados en el cuello" y tocamientos, a principios de la década de los 2000.
El director, vestido con una chaqueta verde, aseguró que intentó ayudarla, especialmente en su vida "en el centro de secundaria", donde podían burlarse de ella. "Le recomendé que utilizara un pseudónimo", aseguró antes de ser interrumpido por el grito.
Ruggia dirigió a la actriz en la película "Los diablos", estrenada en 2002, que trata sobre una relación incestuosa entre un chico y su hermana autista. La cinta contiene escenas sexuales entre niños y primeros planos del cuerpo desnudo de Haenel.
Tras ausentarse una media hora, la actriz volvió al juicio con semblante serio.
Haenel, ganadora de dos César --el máximo galardón francés en el cine--, fue la primera actriz destacada en acusar a la industria del cine en Francia de complacencia con los depredadores sexuales.
C. Fournier--BTZ