No había fuego cruzado cuando Israel disparó a unos periodistas el 13 de octubre en Líbano, según la ONU
Una investigación de la ONU determinó que no había fuego cruzado en la frontera entre Israel y Líbano cuando un tanque israelí disparó el 13 de octubre matando a un reportero de la agencia Reuters e hiriendo otros seis periodistas, incluidos dos de la AFP.
Según las conclusiones de la investigación de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), entregadas a las autoridades libanesas e israelíes y consultadas por la AFP, "el ejército israelí disparó ese día dos obuses de 120 mm de tanque Merkava" hacia la posición en que se encontraban los periodistas, en el sur de Líbano.
El reporte subrayó que en ese momento "no había fuego cruzado en la línea azul" que marca la frontera entre Líbano e Israel y afirmó que se desconoce la causa de los disparos.
"Los disparos contra civiles, en este caso periodistas claramente identificables, constituyen una violación de la resolución 1701 (...) y del derecho internacional", según el informe.
La resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, votada en 2006, llamaba al cese del fuego permanente entre Israel y Líbano.
La investigación señala que hay registros de fuego cruzado y de disparos desde ambos lados de la línea azul antes del ataque contra los periodistas.
El reportero de la agencia Reuters Issam Abdallah murió y otros seis periodistas resultaron heridos, entre ellos dos de la AFP, Dylan Collins y Christina Assi, a quien se le amputó la pierna derecha.
Los reporteros cubrían en el sur de Líbano los enfrentamientos entre el ejército israelí y el movimiento islamista libanés Hezbolá y otros grupos armados, que comenzaron el 8 de octubre, después del estallido del conflicto entre Israel y Hamás en Gaza.
Interrogado por la AFP sobre el informe de la FINUL, el ejército israelí se refirió al comunicado publicado el viernes pasado, según el cual tanques y cañones de artillería israelíes replicaron el 13 de octubre a disparos de misiles antitanques, cohetes y mortero del Hezbolá.
El texto "lamenta cualquier perjuicio causado a partes no involucradas" y agrega que el ejército israelí "no dispara de manera deliberada contra civiles y especialmente cuando se trata de periodistas".
El Hezbolá afirma que actúa en apoyo al movimiento islamista palestino Hamás, en el poder en Gaza, cuya letal incursión del 7 de octubre en el sur de Israel desencadenó la guerra en ese territorio palestino.
Los comandos islamistas mataron a 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales israelíes.
Israel respondió con una arrolladora ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado hasta el momento al menos a 31.341 muertos, la mayoría civiles, según el gobierno de Hamás.
La investigación de la AFP, realizada en conjunto con Airwars, una oenegé de expertos independientes que investiga ataques contra civiles en situaciones de conflicto, terminó a inicios de diciembre.
Este reporte determinó que el ataque fue realizado con un proyectil de tanque de 120 mm, un obús que en la región sólo utiliza el ejército israelí.
Otras dos investigaciones, realizadas separadamente por las organizaciones de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) y Amnistía International, también apuntaron a "ataques israelíes".
A inicios de marzo, un análisis realizado para Reuters por el laboratorio de la Organización Neerlandesa de Investigación Científica Aplicada (TNO) concluyó que el tanque israelí, cuyos disparos mataron a Issam Abdallah, probablemente abrió fuego posteriormente contra el grupo de reporteros con una ametralladora.
I. Johansson--BTZ