Cineasta rumano Cristian Mungiu alerta en Cannes sobre el flagelo del racismo
Uno de los directores de Europa del Este más aclamado, el rumano Cristian Mungiu, vuelve a Cannes con un filme sobre el racismo y la rapidez con la que puede surgir el odio en una comunidad.
"RMN" cuenta la historia de un pequeño pueblo en Transilvania, donde cohabitan varias comunidades, entre rumanos, húngaros o alemanes. Matthias, que trabaja en un matadero en Alemania, vuelve unos días antes de Navidad para estar con su hijo y su padre enfermo.
El día a día de esta localidad se ve alterado con la llegada de tres esrilanqueses para trabajar en una panadería industrial. Su presencia comienza a levantar ampollas entre los vecinos y el ambiente en el pueblo se vuelve cada vez más tenso.
"Espero que la gente entenderá que hablo de ellos", explica a AFP el cineasta, en liza por su segunda Palma de Oro, 15 años después de "4 meses, 3 semanas, 2 días", sobre el aborto.
"Espero que (los espectadores) no abandonarán rápidamente sus responsabilidades, que no dirán que esto tiene lugar en un lugar remoto, salvaje. Me temo que no es el caso", prosigue el director.
Cuando los vecinos empiezan a hostigar a los recién llegados, las autoridades convocan una asamblea pública para decidir la suerte de estos tres trabajadores.
Durante la reunión van aflorando las opiniones de los vecinos, llenas de prejuicios e insultos, y el debate se extiende hasta la situación de los migrantes en otros países y la Unión Europea y las subvenciones.
"A través de pequeños acontecimientos, en pequeños pueblos, intento hablar de la naturaleza humana y de la situación del mundo hoy en día, y de este sentimiento que tenemos de que las cosas no van en la buena dirección", explica el director.
Según él, "bastan 24 horas para identificar a un enemigo (...) y liberar los instintos animales que están en nosotros. Personas que son vecinos son capaces de todo mañana, de violar, torturar o matar", advierte.
A. Walsh--BTZ