La revolución del trabajo flexible en Japón
Antes de la pandemia, Tsutomu Kojima "nunca había pensado en el teletrabajo", pero ahora no quiere prescindir de él: incluso en Japón, un país de largas jornadas de oficina, el trabajo flexible se está convirtiendo poco a poco en la norma.
Aunque su trabajo como comercial en Hitachi tiene su sede en Tokio, este padre de 44 años trabaja todos los días desde su casa en Nagoya, a 340 km al oeste de la capital, desde que apareció el covid-19 en 2020.
"Los niños son muy felices. Tengo más tiempo para ayudarles con los deberes o las clases. La más joven me ha dicho que quiere seguir así", dijo a la AFP.
Un contraste con su situación de antes de la pandemia, cuando se trasladó él solo al área de Tokio después de un cambio en la empresa y solo veía a su familia cada dos fines de semana: "Me sentía muy solo".
Kojima cree que su productividad ha aumentado al evitar el tiempo de desplazamiento. El teletrabajo también le ha hecho ver que no tiene que sacrificarlo todo por su carrera.
"No renuncies a tu familia, ese es el equilibrio", dice.
- "Un choque positivo" -
Debido a su cultura, Japón fue hostil durante mucho tiempo al teletrabajo.
Apenas el 9% de los trabajadores japoneses trabajaban a distancia antes de la pandemia, frente al 32% de Estados Unidos y el 22% de Alemania, según datos del Nomura Research Institute.
Tradicionalmente, en Japón "el trabajo debe hacerse cara a cara, en papel" y los documentos importantes deben sellarse a mano, explica a la AFP Hiroshi Ono, sociólogo especializado en recursos humanos de la universidad Hitotsubashi de Tokio.
"Antes del covid, para los empleados era más importante demostrar que trabajaban duro que producir resultados reales", añade.
"El covid fue un choque positivo para la forma de trabajar japonesa", revelando sus muchas fuentes de ineficiencia, dice Ono, que cree que "este país necesita un poco más de flexibilidad".
El teletrabajo en Japón alcanzó un máximo del 31,5% en la primavera de 2020.
Aunque desde entonces ha disminuido, sigue estando muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia (20% en abril de 2022), según las encuestas trimestrales del Centro de Productividad de Japón.
Cada vez más japoneses aprecian el teletrabajo y se sienten más eficientes con esta herramienta, según diversos estudios.
- Éxodo de los tokiotas -
Para intentar seguir siendo atractivas, cada vez más grandes empresas japonesas son más flexibles con sus empleados, permitiéndoles trabajar solo cuatro días a la semana o renunciando a los traslados geográficos regulares.
Unas 350 empresas trasladaron su sede fuera de la zona metropolitana de Tokio en 2021, una cifra récord, según la empresa de investigación Teikoku Databank.
La población de la capital también disminuyó el año pasado, por primera vez en 26 años.
Kazuki y Shizuka Kimura, una joven pareja que trabaja en el sector de la comunicación y el marketing, decidió este año abandonar su pequeño apartamento en Tokio y se mudaron a una acogedora casa que construyeron en Fujisawa, al suroeste de la capital, cerca del océano.
"Fue realmente el covid lo que nos decidió", dijo a la AFP Kazuki Kimura, de 33 años, contento de haber empezado a aprender a hacer surf en su tiempo libre.
"Creo que cada vez hay más gente que piensa en su felicidad más que en su trabajo", dice por su parte Shizuka Kimura, de 29 años.
"Pero en realidad, nada puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos (...), habrá debates en las empresas", afirma.
Además es probable que las desigualdades aumenten en Japón, sobre todo porque las pequeñas y medianas empresas (excluyendo las start-up) tardan más en adaptarse a los nuevos métodos de trabajo, advierte Hiromi Murata, experta del Recruit Works Institute.
"Antes era tan importante reunirse en la oficina (...). Cada empresa tiene que encontrar su nuevo equilibrio, a su manera y a su ritmo", concluye.
D. Fjodorow--BTZ