La fiscalía noruega pide mantener en detención a Breivik
La fiscalía noruega reclamó el jueves mantener la detención del neonazi Anders Behring Breivik, argumentando que seguía siendo el mismo individuo extremadamente peligroso que mató a 77 personas en 2011.
Breivik, de 42 años, que dijo haber renunciado a la violencia, pide su liberación condicional, una década después de haber sido condenado a 21 años de cárcel. Esta pena puede ser prolongada tanto tiempo como se le considere peligroso para la sociedad.
"El Breivik que pide nuestra confianza hoy es el mismo que devastó el barrio de los ministerios y dijo que fue un fracaso", declaró la fiscal Hulda Karlsdottir.
"Es el mismo criminal que atrajo hacia él a los jóvenes en Utøya, haciéndoles creer que les ayudaría, y les disparó", añadió, ante el tribunal de la provincia de Telemark (sur), en el último día de este juicio que, por razones de seguridad, se llevó a cabo en el gimnasio de la prisión de Skien, donde está encarcelado Breivik.
El 22 de julio de 2011, este ultraderechista hizo explotar una bomba cerca de la sede de gobierno en Oslo, causando ocho muertos, y luego mató a otras 69 personas, adolescentes en su mayoría, disparándoles en un campamento de verano de la Juventud laborista en la isla de Utøya.
Esta semana, Breivik aseguró que renunciaba a la violencia y que mantenía su ideología neonazi, pero por vías pacíficas.
En la misma línea que las declaraciones de las familias de las víctimas, los supervivientes y los expertos, Karlsdottir señaló que este nuevo proceso judicial sólo era un "golpe de relaciones públicas" para obtener una mejora en sus condiciones de detención y ampliar los contactos con las personas de su misma ideología.
"Se alimenta con esta publicidad", subrayó.
Ante los tres jueces de Skien, Breivik multiplicó sus acciones mediáticas, desde saludos nazis hasta carteles escritos.
D. O'Sullivan--BTZ